WASHINGTON – Líderes del movimiento de los “Dreamers” canalizaron desde este martes sus energías para que el Congreso, bajo control republicano, frene un aumento en los fondos para la “máquina de deportación” e impulse la aprobación de un “Dream Act” para la legalización de los jóvenes indocumentados.
Las negociaciones para una solución permanente a DACA se encuentran en un punto muerto, pero los activistas de grupos como “United We Dream” (UWD) afilan su estrategia para que, al discutir un megaproyecto de ley presupuestario para el resto del año, los legisladores no aumenten los fondos para las operaciones de deportación.
El Congreso afronta un plazo del próximo 24 de marzo para aprobar los fondos para las operaciones del gobierno federal, incluyendo del Departamento de Seguridad Nacional, del que depende la Oficina de Servicios de Inmigración y Aduanas (ICE). Varios senadores republicanos, entre ellos Jeff Flake, de Arizona, y Lindsey Graham, de Carolina del Sur, apoyan la idea de incluir en la medida presupuestaria una extensión temporal de DACA pero, ante la realidad política en el Congreso en medio de un año electoral, no está claro que eso ocurra.
Durante un desayuno con periodistas, activistas de “UWD” dijeron que su máxima prioridad sigue siendo la aprobación de un “Dream Act limpio” que permita la legalización de los Dreamers sin ataduras.
De los cerca de 680,000 jóvenes indocumentados cuyos permisos de DACA comenzaron a vencer a partir de esta semana, menos de 14,000 habían solicitado una renovación para el pasado 31 de enero, según datos de USCIS.