MEXICO – Una sociedad secreta integrada por cinco líderes políticos gobernó México durante 70 años y para preservar el sistema amenazó de muerte a los presidentes que intentaran reelegirse, aseguró a EFE el escritor mexicano Antonio Velasco Piña.
Esa versión, dice el escritor, la obtuvo de uno de los personajes de ese clan y la publicó en su más reciente libro, “El círculo negro. El grupo detrás del poder en México” (Punto de lectura, 2005).
En entrevista con EFE, Velasco Piña afirmó que en 2001 un sacerdote jesuita le informó que un influyente político mexicano, que durante muchos años ocupó puestos de relevancia, estaba a punto de morir y deseaba ofrecer su testimonio sobre la historia política del país, con la condición de mantener el anonimato.
El resultado de esas confesiones, según el escritor, fue la versión que quedó plasmada en su libro que retrata el sistema implantado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó México de forma autoritaria de 1929 a 2000.
Según el informante anónimo, las principales decisiones políticas en México no han sido tomadas por los gobernantes de turno ni por los titulares del poder legislativo sino por los miembros de esta sociedad secreta que se rigen por la “Real Constitución Política del Estado Mexicano”, creada por ellos mismos.
El también autor del libro “Regina. Dos de octubre no se olvida”, del que se han vendido más de 300 mil ejemplares, indicó que este personaje secreto aclara muchos enigmas y misterios que existieron a lo largo del predominio del PRI.
“El quería ofrecerme una explicación justificada de cómo funcionó el sistema político mexicano de 1929 a 2000, en donde el PRI fue sólo un elemento del poder. Me dijo que me eligió a mí para contarme su versión de los hechos porque yo era opositor a ese sistema y por ello podría ofrecer mi propio punto de vista de los sucesos que narrara”, abundó.
Velasco Piña apuntó que algunos de los episodios narrados por el personaje “eran más o menos conocidos por todos”.
“Por ejemplo, intuíamos que el sistema era una monarquía, que no había soberanía de los estados, que el PRI no era un partido político sino un órgano del Estado para controlar las fuerzas sociales del país y para organizar las elecciones con el conocimiento previo de quién iba a ganar”, dijo.