Agentes mal pagados y mal entrenados

WASHINGTON - El gobierno estadounidense asegura que la lucha contra el terrorismo es su máxima prioridad, pero los agentes de seguridad que custodian algunos de los sitios más vulnerables del territorio nacional son empleados de escaso entrenamiento que reciben apenas el salario mínimo.

La industria de los guardias de seguridad se transformó luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, de un ejército de "policías de alquiler" a protectores de la patria.

Sin embargo, muchos de esos guardias de seguridad reciben un salario no muy superior al del cocinero de un restaurante, o de un conserje de edificio. Y la industria está gobernada por un laberinto de normas estatales muchas veces contradictorias.

A raíz de los distintos requisitos sobre adiestramiento y antecedentes, se descubrió que decenas de miles de postulantes a cargos en agencias que contratan a guardias de seguridad tenían prontuarios tras cometer una amplia gama de delitos.

"Un funcionario de seguridad ... no es adiestrado para ser G.I. Joe" (un típico soldado estadounidense) dijo Paul Maniscalco, un investigador de la universidad George Washington. Más de cinco años después de los atentados, Maniscalco está contribuyendo a cambiar la cultura de los guardias de seguridad. Recientemente desarrolló un curso de antiterrorismo por computadora para guardias que vigilan los centros comerciales. La intención es demostrar que en la actualidad, un guardia tiene que preocuparse de otras cosas aparte de adolescentes alborotadores y carteristas.

El salario promedio para un guardia de seguridad en el 2006 era de 23.620 dólares anuales, según una encuesta del departamento del Trabajo.

Lo que ganan muchoa agentes de seguridad es un salario bastante inferior al que obtienen maestros de escuela primaria, conductores de autobuses, o empleados de oficina.

Por lo tanto, los postulantes a esos puestos suelen ser personas con escasa educación y escasas aspiraciones.

Algunos estados exigen que cada aspirante a un trabajo como guardia de seguridad se someta a un chequeo de sus huellas digitales, una labor a cargo del FBI.

Pero otros permiten que sea la propia industria la encargada de revisar los antecedentes de los empleados.

Entre los estados que no regulan la industria de los guardias de seguridad figuran Alabama, Colorado, Kansas, Misisipí, Misurí, Nebraska, Dakota del Sur, Kentucky, Idaho y Wyoming. Otros estados exigen revisar los antecedentes de los dueños de las compañías, pero no los de los guardias.

La AP descubrió que en estados donde se mantienen registros de empleados de agencias que contratan guardias de seguridad más de 96 mil de 1.3 millones de solicitantes, alrededor del 7.3 por ciento fueron rechazados, en su mayoría, por tener historiales delictivos.

Investigadores del Congreso de Estados Unidos informaron el año pasado que 89 guardias de seguridad que trabajaban en dos bases militares tenían prontuarios que incluían agresión, robo, posesión y uso de drogas, y falsificación. El ejército dijo que echó de sus bases a los guardias privados con antecedentes delictivos.

"Luego de 25 años en el FBI, realmente quedé asombrado", dijo Jeffrey Lampinski, ex agente especial del FBI a cargo de la oficina de Filadelfia. "Creía que aquellos en el sector privado realizaban chequeo de antecedentes" de sus empleados. Lampinski es ahora uno de los ejecutivos de la empresa de seguridad Allied Barton Security Services.

Y a eso se suma el problema que los guardias privados no reciben un entrenamiento adecuado. Joseph Ricci, director de la Asociación Nacional de Compañías de Seguridad, reconoció que el adiestramiento de los guardias no es óptimo.

"Las compañías que contratan a guardias privados comenzaron a gastar más en el presupuesto de seguridad luego del 11 de septiembre del 2001", dijo. "Pero luego, comenzaron a reducir" los gastos destinados al entrenamiento. "Hemos caído en la complacencia", añadió, "porque no se han registrado más ataques".

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