TAPACHULA, México – ‘Si me deportan 100 veces, 100 veces lo volveré a intentar. Algún día llegaré’. Así de claro habla Pedro Antonio, un salvadoreño de 24 años, panadero, que ha sido detenido en México en dos ocasiones y devuelto a su país de origen.
‘Tengo la confianza absoluta en Dios. Esta vez lo conseguiré’. Su objetivo es llegar a Los Ángeles, cueste lo que cueste. Allí tiene a una tía y dos primos. ‘Tengo todo el tiempo del mundo. No hay prisa, porque Estados Unidos no se mueve de donde está’.
Decenas de miles de migrantes centroamericanos (salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, nicaragüenses) piensan y actúan como Pedro Antonio, en su intento de llegar a ‘los Estados’ para hacer realidad el ‘sueño americano’.
En los primeros seis meses de este año, 115,343 extranjeros indocumentados han sido expulsados de México, según el Instituto Nacional de Migración.
Casi la mitad fueron detenidos en el Estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala y principal puerta de entrada a México desde el sur. P