Así como los ojos son el espejo del alma, la piel puede ser el reflejo de tu alimentación. Mantenerla tersa, joven y bella requiere de actos de voluntad: que elijas los alimentos adecuados y que decidas hidratarte bien. Los alimentos que necesita tu piel para verse hermosa contienen dos tipos de grasas consideradas “buenas”: las monosaturadas y las poliinsaturadas.
Las primeras se encuentran en el aguacate y el aceite de oliva. Las segundas están presentes en las semillas de girasol, los frutos secos y los pescados, especialmente los ‘azules’ como el salmón, el atún o el bonito.
A una buena combinación de estos productos en tu dieta puedes agregar algunos que contienen vitaminas esenciales para la salud de tu piel.
Por ejemplo la vitamina E, que tiene una acción antioxidante que neutraliza a los radicales libres que son la causa de las manchas en la piel. Esta vitamina la puedes tomar del germen de los cereales integrales y en algunos vegetales de hojas verdes. La piel se renueva constantemente: la mudamos cada 28 días. Se calcula que una persona produce unos cien kilos de células de epidermis a lo largo de su vida. Esa permanente renovación requiere un aporte continuado de nutrientes, pues son esenciales para la piel y su déficit en la dieta ocasiona alteraciones en su crecimiento y apariencia.
Por lo tanto, una alimentación que asegure el aporte correcto de todos ellos contribuye a mantenerla en perfecto estado de salud, a prevenir o a disminuir las arrugas en gran medida y a mantener la frescura del cutis.