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Cardenal Que Tapo Abusos
Oficia misa por el alma de Juan Pablo II.
Escrito el 14 Apr 2005
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BOSTON,MASS.- Representantes de las víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes estadounidenses arribaron a Roma para realizar protestas contra un cardenal acusado de haber intentado ocultar el escándalo y que presidirá una de las misas del novenario en memoria del Papa Juan Pablo II.
Bárbara Blaine, dirigente del grupo Survivors Network of the Abused by Priests (SNAP, una red de sobrevivientes víctimas de abusos cometidos por curas), dijo que el cardenal Bernard Law es "el mayor cómplice en el traslado de sacerdotes culpables de abusos sexuales".
Law oficiará a las 3 PM (hora GMT) del lunes una misa de duelo en la basílica de San Pedro, Roma.
El polémico religioso está sindicado de ocultar el escándalo de los curas pederastas transfiriéndolos de una parroquia a otra durante décadas.
Tras conocerse su papel en este caso –el mayor escándalo en la Iglesia Católica estadounidense - el cardenal Law se vio obligado a dimitir del arzobispado de Boston, renuncia que de inmediato fue aceptada por el Papa Juan Pablo II.
Según SNAP, "probablemente más de un millar de niños" fueron víctimas de abusos, principalmente "a causa de los traslados de estos curas" de una diócesis a otra.
Estalla el escándalo
El escándalo que sumió a la Iglesia Católica en la crisis explotó el 6 de febrero de 2002 cuando una corte de Boston, (en el estado de Massachussets) sentenció a 10 años en prisión al sacerdote John Geoghan por haber violado a un niño en 1991.
El caso Geoghan motivó el surgimiento de varias otras denuncias que involucran a sacerdotes de las diversas diócesis estadounidenses, instancias que también afectaron la complicidad de obispos por guardar silencio y no haber denunciado estos crímenes a las autoridades.
Así lo reconoció, por ejemplo, el obispo de Brooklyn, Nueva York, monseñor Thomas Daily, quien en una carta publica señaló "estar arrepentido" de "ciertas decisiones" que adoptó en la década de los años setenta, cuando ocupaba un importante cargo en la diócesis de Boston.
Según el testimonio, hace 30 años se le pidió a Daily investigar las actividades del padre Geoghan, quien había sido acusado de abusar sexualmente de un niño en un suburbio de esa ciudad.
El prelado evidenció además las terribles acciones cometidas por una pequeña cantidad de clérigos "contra lo más vulnerable de nuestra familia en la fe: los niños que debemos amar, guiar y proteger".
Daily confirmó que Geoghan, antes de ser llevado a los tribunales de justicia, había sido trasladado a varias parroquias en el estado de Massachussets, pese a las continuas protestas, tanto de padres de familia como de víctimas que denunciaban los malos actos del sacerdote.
Dos meses después de la condena de Geoghan, la arquidiócesis de Nueva York entregó a la oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan los nombres de sacerdotes católicos que han sido relacionados con abusos sexuales a menores, informe que según Joseph Zwilling, portavoz de esa institución, fue confeccionada a partir de los archivos de personal sobre sacerdotes de los últimos 35 a 40 años.
Bárbara Blaine, dirigente del grupo Survivors Network of the Abused by Priests (SNAP, una red de sobrevivientes víctimas de abusos cometidos por curas), dijo que el cardenal Bernard Law es "el mayor cómplice en el traslado de sacerdotes culpables de abusos sexuales".
Law oficiará a las 3 PM (hora GMT) del lunes una misa de duelo en la basílica de San Pedro, Roma.
El polémico religioso está sindicado de ocultar el escándalo de los curas pederastas transfiriéndolos de una parroquia a otra durante décadas.
Tras conocerse su papel en este caso –el mayor escándalo en la Iglesia Católica estadounidense - el cardenal Law se vio obligado a dimitir del arzobispado de Boston, renuncia que de inmediato fue aceptada por el Papa Juan Pablo II.
Según SNAP, "probablemente más de un millar de niños" fueron víctimas de abusos, principalmente "a causa de los traslados de estos curas" de una diócesis a otra.
Estalla el escándalo
El escándalo que sumió a la Iglesia Católica en la crisis explotó el 6 de febrero de 2002 cuando una corte de Boston, (en el estado de Massachussets) sentenció a 10 años en prisión al sacerdote John Geoghan por haber violado a un niño en 1991.
El caso Geoghan motivó el surgimiento de varias otras denuncias que involucran a sacerdotes de las diversas diócesis estadounidenses, instancias que también afectaron la complicidad de obispos por guardar silencio y no haber denunciado estos crímenes a las autoridades.
Así lo reconoció, por ejemplo, el obispo de Brooklyn, Nueva York, monseñor Thomas Daily, quien en una carta publica señaló "estar arrepentido" de "ciertas decisiones" que adoptó en la década de los años setenta, cuando ocupaba un importante cargo en la diócesis de Boston.
Según el testimonio, hace 30 años se le pidió a Daily investigar las actividades del padre Geoghan, quien había sido acusado de abusar sexualmente de un niño en un suburbio de esa ciudad.
El prelado evidenció además las terribles acciones cometidas por una pequeña cantidad de clérigos "contra lo más vulnerable de nuestra familia en la fe: los niños que debemos amar, guiar y proteger".
Daily confirmó que Geoghan, antes de ser llevado a los tribunales de justicia, había sido trasladado a varias parroquias en el estado de Massachussets, pese a las continuas protestas, tanto de padres de familia como de víctimas que denunciaban los malos actos del sacerdote.
Dos meses después de la condena de Geoghan, la arquidiócesis de Nueva York entregó a la oficina del Fiscal de Distrito de Manhattan los nombres de sacerdotes católicos que han sido relacionados con abusos sexuales a menores, informe que según Joseph Zwilling, portavoz de esa institución, fue confeccionada a partir de los archivos de personal sobre sacerdotes de los últimos 35 a 40 años.