Casarse en casa podría salir más caro
Sin embargo, habrá gastos en servicios de comida, adornos, limpieza, y quizás de renta de sillas, mesas, manteles, vajilla, cubiertos, etc., que deberás considerar al momento de planificar el evento.
También existe la posibilidad de que, si el evento se realiza al aire libre, tus invitados se empapen en caso de que la Madre Naturaleza trabaje en tu contra y llueva. Un salón de fiestas evita todo eso y le quita a la familia el dolor de cabeza de tener que organizarlo todo y quizás limitarse participando en la fiesta.
Es cierto que casarse en el hogar da calidez a la ceremonia, y no hay que preocuparse de abandonar el local a cierta hora... Pero también es cierto que se corre el riesgo de recibir una incómoda visita de la policía si hay demasiado ruido o se interfieren las vías o estacionamientos. Si se hace al aire libre regularmente hay que obtener permisos para poner carpas, arreglar que la electricidad de la casa llegue hasta ellas y preparar un área donde se pueda bailar, entre otras cosas.
Una boda doméstica implica además contratar personal que ayude en la cocina o a servir.