Dan ‘El Grito’ y Añoran Libertad

WASHINGTON - No tienen libertad, mucho menos tacos, tortas o tamales, pero les sobra el orgullo de ser mexicanos y aunque sea al sabor de sopas instantáneas de fideos, decenas de prisioneros celebraron ayer la Independencia de su país, una fiesta a la libertad que ellos tanto añoran.

Tras las rejas del Centro de Rehabilitación de California en Norco (CRC) donde se encuentran alrededor de 2,000 reclusos hispanos, el pequeño festejo unió también a los centroamericanos; para ellos, la historia de México llegó con la migración y no con los libros.

"Cuando crucé la frontera de México me detuvo la migra y me preguntó que dónde dio Miguel Hidalgo el Grito de Independencia, y yo le dije que en Tapachula. Como por ahí fue donde me cruzó el pollero, pues era la única ciudad que me sabía", platica en tono inocente, Leonides Flores, un reo salvadoreño convicto por asesinato.

A la fiesta patria los presos de Norco le sumaron la alegría de una importante victoria: haber terminado sus estudios de Inglés como Segunda Lengua (ESL), materia que muchos de ellos nunca hubieran cursado de no haber estado en prisión. "Casi todos van a salir deportados y saben que aprender inglés puede servirles para conseguir mejores oportunidades en sus países, así que es un festejo doble: el orgullo de que están saliendo adelante y el de recordar a su país", indicó Elisa Keane, profesora de ESL en la correccional de Norco. A la fecha, cerca de 207, 872 mexicanos están sentenciados o en proceso de ser juzgado en Estados Unidos, la gran mayoría bajo cargos de trafico y consumo de drogas, según estadísticas de la Oficina Federal de Prisiones del Departamento de Justicia de Estados Unidos.