El petróleo divide a los mexicanos
El debate ha arreciado a punto de cumplirse este 18 de marzo siete décadas de la nacionalización y en momentos en que el Gobierno quiere presentar en el Congreso una reforma energética para abrir al capital privado la exploración en aguas profundas del Golfo de México. Todos los políticos y especialistas coinciden en la urgencia de una reforma energética, pero los principales partidos temen que un "paso en falso" les sea cobrado en las elecciones legislativas de 2009.
De forma casi unánime, los miembros del gobernante Partido Acción Nacional (PAN, conservador) apoyan las sugerencias gubernamentales de apertura de la empresa petrolera estatal Petróleos de México (Pemex). En la oposición, los partidos Revolucionario Institucional (PRI, centro) y de la Revolución Democrática (PRD, izquierda) tienen divisiones internas sobre cómo rescatar la industria petrolera, y mientras unos son contrarios a la entrada de capital extranjero otros admiten la participación de empresas nacionales.
El líder izquierdista Andrés Manuel López Obrador anunció que en caso de que sea presentada una reforma que proponga privatizar a Pemex su movimiento cercará el Congreso, los aeropuertos e instituciones estratégicas.
La historia de Pemex
Pemex fue creada con los activos expropiados en 1938 a 16 compañías petroleras británicas y estadounidenses por el presidente Lázaro Cárdenas, quien acusó a esas firmas de lesionar "los intereses económicos de la nación" porque se negaban a cumplir con un fallo judicial sobre exigencias laborales.
Los activos expropiados fueron valorados por el Gobierno en unos $40 millones de 1938 y México terminó de pagar su deuda con las firmas expropiadas en 1962.
Hoy Pemex cuenta con una plantilla de 146,771 trabajadores, un patrimonio equivalente a $4,767 y unos activos de $122,502 millones.