Haz tuyo el espacio que alquilas
Piensa que el apartamento o la casa es tuya: pídele permiso al dueño para pintar y asegúrale que vas a dejar todo como estaba cuando dejes el lugar. Anímate a colgar cuadros y cortinados. Y si no puedes cambiar el color de las paredes, tienes varias opciones: cambiar el mobiliario, utilizar piezas de decoración grandes (espejos, cuadros, bibliotecas, tapices), incluso en lugares pequeños, para crear interés. Intenta cambiar la forma de la habitación: coloca un divisor (biombo) en un rincón, ya que permite que el ojo se desplace sin interrupciones por la habitación, en lugar de interrumpir la visión con esquinas.