Hispanos fustigaron mensaje de Bush
En una breve referencia durante la lectura del informe, el mandatario dijo que "la inmigración ilegal es complicada, pero puede resolverse", y agregó que la solución pasa por el "respeto a nuestras leyes y nuestros más altos ideales".
Luego mencionó que en el último año el gobierno aumentó el personal de seguridad, levantó vallas y utilizó tecnología de punta para frenar el cruce ilegal por las fronteras.
Sobre reforma migratoria -que en los cinco informes anteriores resaltó la contribución de los inmigrantes en la economía y pidió al Congreso encontrar un camino para la legalización de los indocumentados- no dijo nada y cambio de tema.
"Si la conclusión es que el presidente da por terminada esta esperanza, pues nos da lástima de que no haya aprovechado esa credibilidad que la comunidad guardaba de él", dijo Teodoro Aguiluz, director ejecutivo del Centro de Recursos Centroamericanos (CARECEN) en Houston, Texas. "El lo había prometido, lo prometió durante siete años y ahora dio por terminada la promesa".
El dirigente agregó que en los discursos anteriores Bush habló de los aportes de la comunidad inmigrante, "pero ahora dio la vuelta y se le olvidó". "Eso nos da lástima. Nosotros manteníamos la esperanza, pero ahora pensamos que el presidente perdió la oportunidad de dejar un legado", matizó Aguiluz.
"Malas noticias"
Para Juan José Arévalo, director del Movimiento Latino USA de Los Ángeles, California, el mensaje del presidente "fue decepcionante porque no presentó ninguna idea innovadora, ningún proyecto político que capture la imaginación y el apoyo de la mayoría del pueblo norteamericano". Señaló que el no presentar un planteamiento de reforma migratoria "fue más de lo mismo", y agregó que al final de cuentas, el Informe sobre el Estado de la Unión "fueron puras malas noticias".
"Sigue construyéndose el muro de la desamistad a lo largo de la frontera con México, siguen las redadas de inmigración domiciliarias, siguen muriendo mexicanos en la frontera; siguen las presiones sobre los empleadores para que despidan a los trabajadores, y siguen los estados creando sus propias leyes migratorias, como Arizona", describió.
Y agregó: "No hay nada que celebrar de lo que dijo Bush. Vimos que el presidente se conformó con pasar a la historia sin pena ni gloria".