Inmigrantes bailan a cambio de dinero
A cambio de $2, las mujeres acceden a bailar una pieza con el cliente. Por $10 pueden bailar una tanda de canciones. Y si el pago es de $40, el baile se prolongará durante una hora.
La escena es común en algunos vecindarios de inmigrantes en la ciudad de Nueva York. Estos locales proporcionan una fuente de empleo para mujeres inmigrantes y una opción para los hombres, que dejaron sus hogares para llegar a Estados Unidos y buscan compañía en los bares.
La forma de entretenimiento es perfectamente legal, las bailarinas no son desnudistas ni ofrecen prostituirse, y a lo más que llegan es a tomar de la mano a sus clientes.
Pero algunas mujeres dicen que los clubes tienen un lado más oscuro. Se quejan de condiciones de explotación, hostigamiento sexual por parte de los clientes e incluso violencia.
Una bailarina de 24 años fue muerta a tiros recientemente en Queens, y uno de los locales más grandes de este tipo en la ciudad es ahora objeto de una investigación federal.
Para muchas bailarinas, el estigma de trabajar en esos clubes representa el mayor problema.
"Algunas veces, la gente o los clientes dice que somos prostitutas, pero no lo somos. Sólo bailamos", dijo Tania Zárate, bailarina de un club en Queens.
La forma de bailar puede ser más o menos sensual en algunos lugares. Algunos clubes exigen que las bailarinas utilicen uniformes entallados. En otros centros, visten con pantalones vaqueros y camisetas. También hay personal de seguridad, para controlar a los clientes que se propasan. Muchos de estos lugares no pueden considerarse clubes nocturnos en el sentido estricto del término. Son bares que cuentan con una pista, donde las mujeres reciben dinero a cambio de bailar con alguien.