Investigarán la ejecución
Sami al-Askar, asesor político cercano a Al-Maliki, dijo el martes que el líder iraquí había "ordenado la formación de un comité investigador en el Ministerio del Interior para identificar quién coreó las consignas dentro de la cámara de ejecución y quién grabó las imágenes y las envió a los medios de comunicación".
El video fue especialmente controversial no sólo porque las consignas irrespetuosas pueden escucharse claramente, sino también porque muestra el momento de la muerte de Saddam cuando se abrió la compuerta del patíbulo y él quedó colgando, con los ojos abiertos y el cuello torcido dramáticamente hacia su derecha.
La cinta oficial de la ejecución carece de sonido y no presenta el momento de la muerte del ex líder.
Munqith al-Farun, un fiscal iraquí cuyo trabajo fue declarar a Saddam Hussein culpable de genocidio, era uno de un pequeño grupo de testigos de la ejecución y defendió el derecho de Saddam a morir en paz. Dijo que sabía que "dos altos funcionarios... traían sus teléfonos celulares consigo (al momento de la ejecución). No se permitía entrar con celulares".
La ejecución de Hussein y la forma en que se realizó han provocado enojo entre los sunís, que han salido a las calles para realizar protestas en su mayoría pacíficas en enclaves sunís en todo el país.
El lunes, una multitud de dolientes sunís en Samarra marchó hasta un santuario chií dañado por una bomba, y los guardias y la policía les permitieron entrar al lugar sagrado cargando una representación de un ataúd y fotos del ex dictador.