Izquierda perdió elecciones en Tabasco
gobernador del estado mexicano de Tabasco por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Andrés Granier, aventaja por 10
puntos al izquierdista César Raúl Ojeda, con el 95.71 por ciento de las mesas escrutadas, lo que marca una dura derrota para el
partido izquierdista.
El Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco (IEPC), encargado de la organización de los comicios, indicó que a las 07.35 hora local (12.35 GMT) el aspirante del PRI obtenía 422,209 votos, o el 52,92 por ciento, por delante del aspirante de izquierda.
El PREP, que no aporta cifras definitivas ni oficiales, daba a esa misma hora a Ojeda, candidato de la coalición "Por el bien de Todos", que encabeza el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), 341,906 votos, equivalentes al 42,85 por ciento.
Según estos datos, en las elecciones legislativas que también se celebraron ayer, el izquierdista PRD lidera los resultados en once distritos electorales y el PRI lo hace
en diez.
Las primeras encuestas no oficiales a pie
de urna dieron a última hora del domingo a Granier una ventaja de entre 10 y 16 puntos sobre Ojeda, lo que le sirvió al abanderado del PRI para anunciar la victoria
"contundente" de su proyecto político.
Por su parte, el aspirante izquierdista desconoció los resultados de las encuestas a pie de urna y aseguró que "prefabrican una supuesta ventaja insuperable a favor del PRI". En este sentido, sostuvo que esperará al recuento final del PREP, que se basa en las actas de escrutinio, proceso que concluirá hoy, después de lo cual Ojeda tiene previsto dar una conferencia de prensa para fijar su posición sobre los resultados.
Sin embargo, el político izquierdista ya
ha adelantado que podría impugnar los
resultados ante los tribunales electorales y confía en que los resultados finales le den como ganador.
La agencia Prensa Asociada (AP) reportó que las elecciones de gobernador en Tabasco fueron ensombrecidas por tiroteos, disputas callejeras, detenciones de simpatizantes de ambos candidatos y acusaciones de compra de votos e intimidación a los votantes.
López Obrador, nacido en este estado del sureste mexicano, apoyó decididamente la campaña proselitista del candidato a gobernador César Raúl Ojeda, su correligionario del PRD.
Muchos consideraron los comicios una
prueba crucial para la supervivencia política de López Obrador, quien perdió por un
estrecho margen las elecciones presidenciales de junio, según el dictamen oficial, y quien encabezó una serie de protestas callejeras para denunciar un fraude en esa votación.
Antes de las elecciones del domingo, López Obrador reconoció la importancia de la
contienda, al señalar que si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ganaba, los adversarios del PRD harían mofa de ese grupo de izquierda, por perder en el
propio estado natal del ex candidato
a la presidencia.