Las ricas palomitas de maíz

Brincan, Brincan y ¡Explotan...! Conoce aquí su proceso

Ir al cine siempre es súper divertido y delicioso, sobre todo por las palomitas que acompañan nuestra película y que sin ellas, ¡nada sería lo mismo!

Pero esas esponjadas palomitas que ves salir de la máquina con tantos brincos, tienen un proceso muy especial y para que lo conozcas, es mejor que sigas leyendo porque no es el típico proceso del microondas al que tanto estás acostumbrad@ a ver.

Para poder hacer palomitas, se necesitan granos de maíz que son puestos en una olla o recipiente y que deben tostarse hasta la explosión del grano. El grano de maíz debe ser preparado con la sal, la mantequilla o el caramelo necesarios. Solamente algunas variedades de maíz como el maíz reventón, entre otros, son las que logran producir la inesperada ruptura de la cáscara del grano y la formación de las características palomitas, que son en realidad una esponjosa masa blanca que resulta ser deliciosa.

En este caso la palomita es una semilla súper dura, la cual está muy bien cerrada y en su interior hay agua en forma de humedad, ¡casi el 13% de su interior es agua! Esta humedad cuando llega aproximadamente a 250 grados, se convierte en vapor, pero un vapor muy caliente que va aumentando su volumen y hace que la palomita reviente. Al final lo blanco y esponjoso de las palomitas de maíz que tanto te gusta comer en el cine, es el interior de la semilla volteado hacia fuera.

Y si te estás preguntando en estos momentos ¿por qué algunos granos de maíz no revientan?, la explicación es muy fácil pues puede ser que esos granos no tenían la suficiente humedad para crear el vapor necesario y reventar o porque pueden tener algún agujero o grieta que les impide crear la presión suficiente para explotar.

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