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Latinos Utah ayudan familia desamparada por deportación
Escrito el 27 Dec 2005
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SALT LAKE CITY - La comunidad latina de Utah comenzó hoy a movilizarse para ayudar a una familia de la localidad de Ogden que mañana perderá su casa debido a la deportación del padre.
Desde septiembre del 2003, cuando su esposo fue deportado, Rita Fernández trabajó en lo que pudo para pagar la mensualidad de la casa que ella y Humberto Fernández Vargas compraron en el 2000, pero donde viven desde hace 20 años.
Fernández es estadounidense. Su esposo es mexicano. Pero esta ama de casa no pudo afrontar el costo de la hipoteca, y la casa será rematada mañana por Metwest Mortgage Services.
En declaraciones a la prensa local, Fernández indicó que la complicada situación llega para ella a un nivel emocional casi intolerable no sólo por perder su casa pocos días antes de Navidad, sino porque hoy es su cumpleaños.
Al enterarse de la situación, Tony Yapias, presidente de Latinos Unidos de Utah, y Christina Morales, miembro de la mesa directiva de las Escuelas Públicas de Ogden, acudieron a la comunidad latina para solicitar donaciones a favor de Rita Fernandez.
Sin embargo, hasta esta mañana, sólo se habían recibido poco menos de 150 dólares.
"Seguimos teniendo actitudes racistas e intolerantes hacia los inmigrantes", comentó Yapias, en referencia específica a una carta publicada hoy en un importante diario de Salt Lake City, en donde se afirma que el problema de Fernández es "el resultado directo de tener como esposo a un inmigrante ilegal".
"Ni siquiera el espíritu de la Navidad detiene a los anti-inmigrantes. Por eso necesitamos ayudar a la Sra. Fernández. Cada dólar cuenta en la ayuda para esta familia", sostuvo Yapias. Fernández, por su parte, vendió los muebles de su casa para pagar la hipoteca, y afirmó que está dispuesta a vender su colección de floreros de cristal.
Su hijo, Anthony, de 16 años, trabajó en un restaurante después de la escuela para contribuir con los ingresos de la familia.
Con todo, Fernández gana 800 dólares al mes, y la hipoteca son 700 dólares. La casa, de dos dormitorios y en medio de la zona industrial de la ciudad, está valuada en 60.000 dólares.
Fernandez-Vargas entró y salió varias veces de Estados Unidos entre 1970 y 1981. Luego, en 1982 llegó a Ogden y poco después se casó con Rita.
Hace dos años, se presentó en Oficina Policial de Inmigración y Aduanas para iniciar los trámites de residencia permanente, pero fue arrestado y deportado por una orden emitida en 1981.
El caso llegó ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos. Los argumentos comenzarán no antes de marzo del 2006. El fallo podría afectar la situación de miles de indocumentados en el país.
Desde septiembre del 2003, cuando su esposo fue deportado, Rita Fernández trabajó en lo que pudo para pagar la mensualidad de la casa que ella y Humberto Fernández Vargas compraron en el 2000, pero donde viven desde hace 20 años.
Fernández es estadounidense. Su esposo es mexicano. Pero esta ama de casa no pudo afrontar el costo de la hipoteca, y la casa será rematada mañana por Metwest Mortgage Services.
En declaraciones a la prensa local, Fernández indicó que la complicada situación llega para ella a un nivel emocional casi intolerable no sólo por perder su casa pocos días antes de Navidad, sino porque hoy es su cumpleaños.
Al enterarse de la situación, Tony Yapias, presidente de Latinos Unidos de Utah, y Christina Morales, miembro de la mesa directiva de las Escuelas Públicas de Ogden, acudieron a la comunidad latina para solicitar donaciones a favor de Rita Fernandez.
Sin embargo, hasta esta mañana, sólo se habían recibido poco menos de 150 dólares.
"Seguimos teniendo actitudes racistas e intolerantes hacia los inmigrantes", comentó Yapias, en referencia específica a una carta publicada hoy en un importante diario de Salt Lake City, en donde se afirma que el problema de Fernández es "el resultado directo de tener como esposo a un inmigrante ilegal".
"Ni siquiera el espíritu de la Navidad detiene a los anti-inmigrantes. Por eso necesitamos ayudar a la Sra. Fernández. Cada dólar cuenta en la ayuda para esta familia", sostuvo Yapias. Fernández, por su parte, vendió los muebles de su casa para pagar la hipoteca, y afirmó que está dispuesta a vender su colección de floreros de cristal.
Su hijo, Anthony, de 16 años, trabajó en un restaurante después de la escuela para contribuir con los ingresos de la familia.
Con todo, Fernández gana 800 dólares al mes, y la hipoteca son 700 dólares. La casa, de dos dormitorios y en medio de la zona industrial de la ciudad, está valuada en 60.000 dólares.
Fernandez-Vargas entró y salió varias veces de Estados Unidos entre 1970 y 1981. Luego, en 1982 llegó a Ogden y poco después se casó con Rita.
Hace dos años, se presentó en Oficina Policial de Inmigración y Aduanas para iniciar los trámites de residencia permanente, pero fue arrestado y deportado por una orden emitida en 1981.
El caso llegó ante la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos. Los argumentos comenzarán no antes de marzo del 2006. El fallo podría afectar la situación de miles de indocumentados en el país.