Libertad De Expresión En Los Estados Unidos

Las libertades de expresión, de prensa, de asociación, de reunión y de petición este conjunto de garantías, protegido por la Primera Enmienda comprende aquello que nosotros referimos como libertad de expresión.
La Corte Suprema ha escrito que esta libertad "es la matriz, la condición indispensable de casi cualquier otra forma de libertad." Sin ella, otros derechos fundamentales como el derecho al voto, marchitarían y morirían.
Pero a pesar de su "posición preferida" dentro de nuestra jerarquía constitucional, el compromiso de la nación a la libertad de expresión ha sido probado una y otra vez.
Especialmente en tiempos de estrés nacional como guerras en el exterior o conmoción social en casa, la gente, en el ejercicio de su derecho de Primera Enmienda, han sido censuradas, multadas e incluso encarceladas.
Aquellos con ideas políticas impopulares han tenido siempre que soportar la carga de la represión del estado.
Durante la Primera Guerra Mundial difícilmente historia antigua era posible poner a alguien en la cárcel por simplemente repartir volantes antiguerra.
Es así como salida de esos casos tempranos, la ley moderna de la Primera Enmienda ha venido evolucionando.
Muchas luchas y muchos casos más tarde, nuestro país es el país con mayor protección de expresión en el mundo. El camino a la libertad ha sido largo y arduo. Ha tomado cerca de 200 años para establecerle límites constitucionales firmes al poder del estado para castigar la expresión "sediciosa" y "subversiva".
Muchas personas han sufrido en el camino, como Eugene V. Debs, quien fue sentenciado a 10 años en la prisión bajo el Acta de Espionaje, a raíz de haberle dicho a un grupo conglomerado de trabajadores que se diera cuenta que ellos estaban "mejor preparados que para la esclavitud y ser carne de canon."
O Sidney Street, encarcelado en 1969 por haber quemado una bandera americana en una esquina de Harlem como protesta al tiroteo de un personaje en el movimiento de los derechos civiles, James Meredith.
Los derechos de expresión aun requieren de protección constante y alerta. Las nuevas preguntas surgen y las viejas vuelven a emerger. ¿¨Debería la quema de la bandera ser considerada un delito? ¿Y con respecto a la censura por parte del gobierno, o privada, de obras de arte como la religión y la sexualidad? ¿Debería la Internet estar sujeta a alguna forma de control por parte del gobierno?
¿¨Que se dice de estudiantes universitarios que promulgan opiniones racistas o sexistas?
Al contestar estas preguntas la historia y los valores cardinales de la Primera Enmienda deben servirnos de guía.
Espero que esta información es información que usted lector de La Voz ahorra entiende más de sus derechos de dar su opinión en el público o cualquier área que este.
David G. Cortinas - Director y Propietario de La Voz
David Cortinas
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