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Líderes comunitarios piden reforma migratoria
Escrito el 30 Jun 2005
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WASHINGTON, DC - Líderes hispanos y de otras minorías pidieron hoy al presidente George W. Bush que cumpla con su promesa de realizar una reforma inmigratoria, durante un mitin en la iglesia Saint John, ubicada frente a la Casa Blanca.
"Esta es una lucha que da para largo, no creo que el Congreso apruebe este año o en el 2006 una reforma migratoria", dijo hoy a EFE, Gustavo Torres, director ejecutivo de la Casa de Maryland, uno de los grupos de derechos civiles que organizó el evento.
Torres explicó que la manifestación contó con la participación de varios grupos de Virginia, Washington y Maryland y que fue realizado para dar una señal a otras organizaciones a nivel nacional, que están gestando una coalición para impulsar la reforma migratoria. Un volante repartido en el evento critica a Bush por permanecer en silencio en torno al debate migratorio, tras haberse comprometido a "reparar un sistema que según los diferentes puntos de vista está roto".
Los activistas expresaron su apoyo al proyecto de ley "Por un país seguro y una inmigración ordenada", que fue presentado por los senadores John McCain (R-Arizona) y Edward Kennedy (D-Massachusetts) el 12 de mayo. Asimismo, lanzaron una campaña de "Tarjetas Postales de Negocios" con la intención de recolectar cinco mil tarjetas firmadas por empresarios locales en apoyo a la iniciativa de ley, conocida como "proyecto Kennedy-McCain".
El proyecto de ley crea dos tipos de visados nuevos, el H-5A que habilita a extranjeros a venir a EEUU a realizar trabajos no calificados, y el H5-B, que permite a los indocumentados obtener un permiso temporal de trabajo.
Además, la iniciativa deja la puerta abierta para que los inmigrantes accedan a la residencia permanente, agiliza el proceso de los trámites de unificación familiar y propone la creación de un Comité Asesor sobre seguridad en la frontera, con fuerte énfasis en la frontera sur.
El acto fue organizado en la escalinata del viejo templo protestante Saint John, conocido en la capital como la "iglesia de los presidentes" debido a que ha sido visitada por casi todos los mandatarios estadounidenses.
"Se debe de crear unos EEUU más libres y seguros, donde los hijos de los inmigrantes ilegales no tengan temor de que sus padres sean deportados. Como líder religioso no puedo entender que Dios tenga hijos ilegales", señaló el sacerdote Simón Bautista.
Por su parte, Héctor Torres, vicepresidente del departamento de ventas de los hoteles Capital, señaló que la comunidad empresarial entiende que es necesario realizar una reforma migratoria.
Según Torres, de esta manera se premiarían a quienes hacen el trabajo que otros no quieren hacer y además se evitarían los abusos que algunos empleadores realizan con sus empleados.
"¿Qué queremos? -Unos EEUU seguro. -¿Cuándo? Ahora", fueron las consignas entonadas por las decenas de activistas que participaron del mitin.
Jaime Contreras, secretario de la agrupación local 82 de la Unión de Empleados de Servicios, sostuvo que es hora de que el presidente Bush haga su parte y ayude a reparar el sistema de inmigración.
"Estamos cansados de promesas vacías y demandamos una reforma migratoria ahora", agregó Contreras. Además de los oradores hispanos, en el acto hablaron líderes comunitarios afroamericanos y asiáticos del área metropolitana de la capital.
Durante su discurso sobre el Estado de la Unión a principios de año, Bush expresó su apoyo a una reforma migratoria que se base en la seguridad y la creación de un programa de trabajadores temporales. Desde entonces, los grupos a favor y en contra de los inmigrantes se han movilizado en todo el país, mientras los líderes del Congreso, dominado por el Partido Republicano, envían señales contradictorias respecto a la inmigración.
"Esta es una lucha que da para largo, no creo que el Congreso apruebe este año o en el 2006 una reforma migratoria", dijo hoy a EFE, Gustavo Torres, director ejecutivo de la Casa de Maryland, uno de los grupos de derechos civiles que organizó el evento.
Torres explicó que la manifestación contó con la participación de varios grupos de Virginia, Washington y Maryland y que fue realizado para dar una señal a otras organizaciones a nivel nacional, que están gestando una coalición para impulsar la reforma migratoria. Un volante repartido en el evento critica a Bush por permanecer en silencio en torno al debate migratorio, tras haberse comprometido a "reparar un sistema que según los diferentes puntos de vista está roto".
Los activistas expresaron su apoyo al proyecto de ley "Por un país seguro y una inmigración ordenada", que fue presentado por los senadores John McCain (R-Arizona) y Edward Kennedy (D-Massachusetts) el 12 de mayo. Asimismo, lanzaron una campaña de "Tarjetas Postales de Negocios" con la intención de recolectar cinco mil tarjetas firmadas por empresarios locales en apoyo a la iniciativa de ley, conocida como "proyecto Kennedy-McCain".
El proyecto de ley crea dos tipos de visados nuevos, el H-5A que habilita a extranjeros a venir a EEUU a realizar trabajos no calificados, y el H5-B, que permite a los indocumentados obtener un permiso temporal de trabajo.
Además, la iniciativa deja la puerta abierta para que los inmigrantes accedan a la residencia permanente, agiliza el proceso de los trámites de unificación familiar y propone la creación de un Comité Asesor sobre seguridad en la frontera, con fuerte énfasis en la frontera sur.
El acto fue organizado en la escalinata del viejo templo protestante Saint John, conocido en la capital como la "iglesia de los presidentes" debido a que ha sido visitada por casi todos los mandatarios estadounidenses.
"Se debe de crear unos EEUU más libres y seguros, donde los hijos de los inmigrantes ilegales no tengan temor de que sus padres sean deportados. Como líder religioso no puedo entender que Dios tenga hijos ilegales", señaló el sacerdote Simón Bautista.
Por su parte, Héctor Torres, vicepresidente del departamento de ventas de los hoteles Capital, señaló que la comunidad empresarial entiende que es necesario realizar una reforma migratoria.
Según Torres, de esta manera se premiarían a quienes hacen el trabajo que otros no quieren hacer y además se evitarían los abusos que algunos empleadores realizan con sus empleados.
"¿Qué queremos? -Unos EEUU seguro. -¿Cuándo? Ahora", fueron las consignas entonadas por las decenas de activistas que participaron del mitin.
Jaime Contreras, secretario de la agrupación local 82 de la Unión de Empleados de Servicios, sostuvo que es hora de que el presidente Bush haga su parte y ayude a reparar el sistema de inmigración.
"Estamos cansados de promesas vacías y demandamos una reforma migratoria ahora", agregó Contreras. Además de los oradores hispanos, en el acto hablaron líderes comunitarios afroamericanos y asiáticos del área metropolitana de la capital.
Durante su discurso sobre el Estado de la Unión a principios de año, Bush expresó su apoyo a una reforma migratoria que se base en la seguridad y la creación de un programa de trabajadores temporales. Desde entonces, los grupos a favor y en contra de los inmigrantes se han movilizado en todo el país, mientras los líderes del Congreso, dominado por el Partido Republicano, envían señales contradictorias respecto a la inmigración.