Madres inmigrantes no celebran su día

Nostalgia oculta risas y saca lágrimas

ATLANTA - La celebración del Día de la Madre tiene poco carácter festivo para muchas inmigrantes que han dejado a sus hijos en sus países de origen para convertirse en el sustento de sus familias y darles mejores oportunidades de vida.

"Somos muchas las madres que dejamos todo atrás y nos venimos a Estados Unidos, aún sin quererlo, a empezar de cero para darle una mejor vida a nuestros hijos y para nosotros ese día es demasiado triste, no tenemos nada que celebrar", dijo Marta, una costurera colombiana que no quiso revelar su apellido. La costurera, que emigró desde Bogotá a Atlanta hace ocho años, dejó en su país a uno de sus tres hijos. "La gente a veces cree que para perder un hijo, este debe morirse y no es así. La separación a veces es tan dolorosa como la muerte", aseveró la colombiana con la voz entrecortada.

Además de extrañar al hijo que dejó en Colombia, Marta ahora también enfrenta el dolor de haber "perdido" a su hija menor, de 18, que el pasado año emigró a Canadá para poder continuar con sus estudios al carecer de opciones en Estados Unidos por estar indocumentada. Estar ausente en momentos importantes como graduaciones, navidades, cumpleaños y enfermedades, es lo que más lamenta la madre colombiana.

"Es demasiada renuncia, cada día que uno no está junto a ellos se renuncia a algo, se pierde algo que uno no va a poder recuperar", señaló con lágrimas en los ojos.

El Día de la Madre se celebra el 10 de mayo en México y el segundo domingo de mayo en Estados Unidos, fecha en la que lo celebran también la mayoría de los hispanos que residen en el país. María Lina, una hondureña que desde hace tres años emigró a Estados Unidos con el único objetivo de sacar adelante a su familia, asegura que el Día de la Madre es una fecha que no le gusta celebrar."Es un día en el que hay más tristeza que alegrías, cómo vamos a celebrarlo si no tenemos a los hijos cerca, si no los podemos abrazar y vivimos con la angustia de no estar con ellos, qué vamos a celebrar", dijo a Efe María Lina con tristeza, al recordar a los dos hijos, de trece y 22 años, que dejó en su país de origen.

La hondureña, que trabaja como vendedora en una tienda de telas en Atlanta, asegura que la angustia de no poder estar cerca de sus hijos se acrecienta cuando se acercan fechas festivas como el Día de la Madre.

"A mi esposo me lo mataron en Honduras a los dos años de venirme y vivo con el miedo de que me le hagan algo a alguno de mis hijos o corran la misma suerte, ahora que están allá solos sin madre ni padre", aseveró la mujer.

El BID señala que aproximadamente unos 9,4 millones de latinos podrían enviar dinero este año a sus países, en comparación a los alrededor de 12,6 millones que lo hicieron en el 2006. El organismo señala la crisis económica que atraviesa Estados Unidos y la actitud cada vez más negativa hacia los inmigrantes de esa previsible caída.

Acerca del Autor

Leave a Reply

*