Digan lo que digan quienes no los quieren y sean cuales fueren las dificultades, nada parece abatir el optimismo de los inmigrantes que vienen a este país: más del 70% vendría para acá de nuevo y una proporción similar (72%) planea hacer de Estados Unidos su hogar permanente.
Estos son los resultados de un amplio sondeo realizado por la organización no partidista Public Agenda, financiada por la Corporación Carnegie de Nueva York. También se organizaron grupos de discusión y entre los participantes hubo inmigrantes de toda América Latina y en particular México, del Medio Oriente y del Sur y Este de Asia.
Una constante en las respuestas de los inmigrados es el aprecio que tienen por su nuevo país y cómo Estados Unidos sale ganando en comparación con sus países de origen en numerosos aspectos de la vida diaria y de su sistema.
Por ejemplo, el 88% dice que tiene un mejor nivel de vida aquí; 70% afirma que el de Estados Unidos es un mejor sistema legal; 67% expresa que recibe mejor atención médica; 55% dice que es un mejor lugar para criar a sus hijos, y un porcentaje similar opina que hay más libertad de expresión.
“No hay trabajo en México”, dijo un inmigrante mexicano que reside en Los Ángeles (todas las respuestas son confidenciales y no se proporcionaron nombres). “De cualquier manera que se mire, no importa lo malo que esté aquí, se pueden comprar ropa, zapatos y esas cosas. En México no se puede hacer, porque a veces si compras zapatos, no tienes para comer. Hay un mayor acceso a bienes materiales”.
Los inmigrantes se declaran adaptados a su nuevo país con relativa rapidez. El 77% dice que se sentía cómodo a los cinco años de haber llegado, pero casi la mitad dijo que sólo le tomó unos dos años.
“Los inmigrantes se adaptan rápidamente, pero aun así mantienen lazos muy estrechos con su país de origen”, apunta Scott Bittle, de Public Agenda.
El sondeo halló que los inmigrantes se comunican y mandan dinero a sus países con mucha más frecuencia que antes, al tiempo que quieren quedarse a vivir aquí.
Pero eso no quiere decir que todo sea ideal. La economía en crisis también los ha golpeado y ha calmado un poco las emociones respecto a su nuevo país. Un sondeo anterior hecho por la misma organización encontró que 55% de los inmigrantes se declaraba “extremadamente feliz” de estar aquí. Esta cifra en el actual sondeo bajó a 34%. No extraña que un 63% diga que la economía es el problema más importante en este momento.
Los inmigrantes, sin embargo, son optimistas y la mayoría se siente bien en este país, en comparación con el lugar y la situación de la que vienen.
“Está bastante bien… me gustaría que aumentaran los salarios y que hubiera más trabajo y que bajaran un poco la renta, porque esa parte es difícil. Pero aparte de eso, todo es bueno”, dijo otra inmigrante mexicana en Los Ángeles.
Entre los grupos, los mexicanos vienen con muchas más dificultades y retos. Nueve de cada 10 mexicanos reporta haber llegado con “muy poco dinero”, y un 75% no hablaba nada de inglés (la cifra es de 33% para otros inmigrantes). Hay, entre ellos, más indocumentados (33% tiende a serlo versus 7% de otros inmigrantes), y sólo un 27% afirma ser ciudadano, menos que el 54% de otros países.