Mi bebé se priva
Si mi bebé se cae, se lastima o no le hago caso, llora y deja de respirar hasta ponerse morado. ¿Qué hago para que esto no pase?
Este suceso desagradable parece ser peligroso para tu hijo, pero no lo es, y se llama espasmo del sollozo. Aunque lo ideal sería que no sucediera, es pasajero y no es grave. El niño hace un berrinche, deja de respirar, trata de llorar y no puede porque le falta el aire. Se pone pálido o hasta morado de los labios y los dedos, porque deja de respirar y le falta oxígeno en el cerebro. Pero esto dura menos de un minuto, por lo tanto los pediatras aseguran que no existe la posibilidad de que sufra ningún daño cerebral. El espasmo no es ninguna enfermedad, ni del sistema nervioso, ni psiquiátrica, ni algún trauma.
No cedas
Recuerda que llorar es su forma de comunicarse, y si de inmediato le das lo que te exige, es probable que sus espasmos aumenten, en vez de disminuir. Si tu niño ve que con el espasmo obtiene ganancias, lo seguirá haciendo mientras crezca. Y si lo hace varias veces al día, tal vez estás trabajando su conducta de forma equivocada y él usa el espasmo para llamar tu atención. Tú eres la figura de autoridad, así que después del espasmo explícale firmemente que no te gustan esas escenitas y que así jamás le darás lo que desea.
Tú puedes evitarlo
No existe ningún tratamiento para impedirlo, pero estas tácticas pueden ayudar a que los espasmos no sean frecuentes:
• No intentes detener el espasmo, mantén la calma, tu hijo no corre riesgo de muerte.
• No intentes maniobras de reanimación, el niño no está
en una emergencia.
• No le des una nalgada, así
no detienes el espasmo y
puedes asustarlo.
• No le des agua, es muy
peligroso porque
puede broncoaspirar.
• Retírale cualquier cosa
que tenga en la boca.
• Intenta calmarlo antes
de que el llanto aumente.
Si fue provocado por dolor,
dale consuelo y alivio.
• Si es por berrinche,
muéstrate indiferente como
si no le pusieras mucha
atención.
• Mantenlo descansado,
porque el cansancio favorece
estos espasmos.
Acude al médico
Es muy importante no confundir los espasmos del sollozo con enfermedades convulsivas o epilépticas. Habla con el pediatra para que determine de qué se trata, si estos espasmos:
• Duran más de un minuto.
• No se dan cuando
el niño llora.
• Se dan sin ningún
motivo aparente.
• Suceden cuando
está dormido.
• Tiene movimientos
convulsivos.
• No recobra la conciencia.
• Comienzan antes de
los cinco meses de edad.