No abandonan la búsqueda

Gerry y Kate McCann afirman que no abandonan la búsqueda de Madeleine por regresar a Reino Unido; rechazan acusaciones que los implica en la desaparición de la niña

LONDRES, Inglaterra. Gerry y Kate McCann, declarados sospechosos de la desaparición de su hija Madeleine en Portugal, afirmaron el pasado domingo 9, que nada más regresaban al Reino Unido y que no abandonan la búsqueda de la niña.

"Aunque es desgarrador volver al Reino Unido sin Madeleine, eso no significa que abandonamos nuestra búsqueda", dijo el padre con tono emocionado al leer una declaración tras bajar del avión en el aeropuerto de East Midlands (centro de Inglaterra), mientras él y su esposa sostenían en brazos a sus dos hijos gemelos de dos años.

"Como padres, no podemos abandonar a nuestra hija hasta que no sepamos qué ha ocurrido", insistió Gerry McCann.

"Pese a que hay mucho que queremos contar -subrayó-, no podemos hacerlo y lo único que podemos decir es: Nosotros no tomamos parte en la desaparición de nuestra encantadora hija Madeleine". "La ley portuguesa -aclaró- nos prohíbe hacer más comentarios sobre la investigación de la Policía".

El padre explicó también que el regreso se debe al deseo de la pareja de que sus gemelos tengan, en la medida de lo posible, una "vida normal en su país", al tiempo que pidió a los medios que respeten ahora la "intimidad" de la familia.

El matrimonio de médicos británicos, que han manifestado su indignación por las acusaciones de que mataron accidentalmente a la niña y ocultaron el cadáver, regresaron a su país tras dejar la casa que habían alquilado en Playa de la Luz (Sur de Portugal).

Los McCann, que leyeron el comunicado después de que el resto de los pasajeros bajaran del avión, tienen previsto desplazarse a su casa en la localidad de Rothley, en el condado de Leicestershire (centro de Inglaterra), según informó la cadena pública BBC.

En los últimos días, la pareja fue interrogada por separado por la policía, que indicó que supuestos restos de sangre de la niña fueron hallados en el coche que el matrimonio alquiló en Playa de la Luz, en el Algarve portugués, según los medios británicos. El matrimonio de médicos insiste en que esa imputación es imposible, pues aseguran que alquilaron el automóvil 25 días después de la desaparición de Madeleine el pasado mes de mayo.

En declaraciones a varios medios británicos, la pareja y sus familiares más cercanos se han quejado de la presión de la Policía para resolver el caso incriminándoles en la hipotética muerte de Madeleine.

Hasta ahora, el único sospechoso oficial del caso era el ciudadano británico Robert Murat, quien reside muy cerca del apartamento turístico donde los McCann disfrutaban sus vacaciones.

La Policía decidió llamar a declarar por primera vez a los padres por separado tras conocer los análisis de manchas de sangre y otros restos biológicos encontrados en el apartamento alquilado por los McCann, el coche y otros efectos de la pareja.

Las nuevas pruebas fueron enviadas a un laboratorio de Birmingham (centro de Inglaterra) y el resultado de los análisis fue remitido esta semana a las autoridades portuguesas.

De váctimas a sospechosos

Fue, entonces, cuando se produjo un sorprendente giro en la investigación policial, pues los padres pasaron de ser víctimas a sospechosos.

Madeleine McCann, de cuatro años, desapareció el pasado 3 de mayo, cuando dormía junto a sus dos hermanos en el citado apartamento turístico de Algarve, mientras sus padres cenaban en un restaurante de tapas a unos cincuenta metros de la habitación.

Los McCann organizaron una campaña internacional y viajes a varios países con gran repercusión mediática para buscar a la pequeña.

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