Nuevo proyecto de reforma
El plan ya ha sido criticado por grupos pro-inmigrantes que lo consideran muy estricto y por conservadores que lo consideran demasiado flexible.
Según el borrador del plan, elaborado en sesiones a puerta cerrada con líderes republicanos del Senado, se establecerían, con ciertos requisitos y restricciones, dos tipos de visas, la "Y" para trabajadores temporales y la "Z" para los inmigrantes indocumentados, por un período de tres años.
Los indocumentados que soliciten la residencia permanente tendrían que regresar a sus países de origen, solicitar la visa desde un consulado o embajada estadounidense y pagar una multa de diez mil dólares.
Entre otros elementos, el plan de más de 20 páginas también exige que los inmigrantes aprendan inglés y tengan conocimiento de la historia del país. Las empresas deben verificar el estatus migratorio de sus empleados y las que en el futuro contraten a indocumentados estarían sujetos a severas multas. La propuesta, que ya ha sido criticada también por los demócratas, además pide un total de 18 mil 300 agentes de la Patrulla Fronteriza y la construcción de barreras a lo largo de 370 millas de la frontera y equipos de vigilancia electrónica en la frontera sur.
Angela Kelley, subdirectora del Foro Nacional de Inmigración (NIF), consideró que el plan ni siquiera es un punto de partida, porque, entre otras cosas, limita las visas para los familiares cercanos de ciudadanos y prohíbe que los trabajadores temporales reclamen a sus familiares.
El plan difiere mucho de la reforma migratoria aprobada por el Senado de Estados Unidos el año pasado, que quedó sepultada en el Congreso debido a una pugna partidista.
Los republicanos de la Cámara de Representantes optaron por aprobar una ley que estrecha aún más el cerco contra los inmigrantes indocumentados y autoriza la construcción de un muro en la frontera sur.