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Orgullo Hispano
Definitiva Guadencio Felipe Sanches “El Ultimo de Sus Amigos”
Escrito el 03 Dec 2022
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Reporte por Félix Amaya
Cuando en Tri-Cities y noreste del estado de Oregon se nombra a Gaudencio Felipe el colectivo lo asocia a un hombre de radio, de familia y de poner sus plataformas informativas al servicio de la comunidad, pero poco se conoce del aquel origen humilde, que nació en pueblito de nombre de Tepeclacolco, que luego se mudó a Puebla con su mamá y que tuvo que empezar a chambear desde los siete años para ayudar a toda su familia.
Gaudencio, como le gusta que le llame la gente, se refiere a su madre, la señora Cruz Dionisio Cortés como su "jefecita", quien huyendo de la pobreza se fue a la ciudad de Puebla por allá en los años 70 a la Colonia Popular donde, el hoy dueño de la empresa Diamante Digital LLC, tuvo que empezar a trabajar a los siete años.
"La necesidad en México me obligó a trabajar desde niño. Ya a los siete años andaba vendiendo chicles, boleando en la calle, (lustrando zapatos) vendiendo paletas en terminales de camiones. Yo ya a esa edad era vendedor ambulante. Fui creciendo y empecé a vender Pino para limpiar el piso, vainilla y luego vendía camas, colchones y vajillas en las colonias. Así empezó mi oficio en las ventas", relató Gaudencio.
Felipe nos deja claro que en sus 60 años de vida no ha dejado de superar obstáculos porque ya a los 18 años había logrado cierta estabilidad económica en las ventas en el sector bienes raíces que le facilitó darle una mejor condición de vida tanto a su mamá y hermanos. Pero el 18 de octubre de 1987, la bolsa Mexicana tuvo una caída a causa del desplome de la bolsa de Nueva York y produjo una brutal devaluación del peso que le cambió totalmente la vida.
"El principio fue duro, solo comía barritas durante todo un día, pero me esforcé y logré las ventas, cuando logré mi primera comisión recibí un pago de 35 mil pesos. Yo nunca había visto, y mucho menos tener en mis manos, un billete de 5 mil pesos. Logré comprar lavadora, estufa y ciertas comodidades para mi jefita, pero la devaluación lo cambió todo y además tenía deudas y es cuando decido viajar a los Estados Unidos.", explicó.
La aventura en Estados Unidos
Gaudencio no tuvo otra opción para escapar de la pobreza y ayudar a su familia que cruzar el río fronterizo entre Estados Unidos y México por el lado de Laredo Texas. "Estaba con un amigo decididos a hacer el viaje, en el trayecto nos robaron.
Al llegar al río el agua del río estaba muy frío, pero no teníamos otra opción. Nos metimos e inmediatamente la corriente nos llevó. Como pudimos nadamos y llegamos al otro lado del río pero con los pies cortados y heridos por las piedras que trae la corriente del río, pero por fin, en Texas".
Felipe no encontró trabajo durante un mes. No le tocó otra opción que ofrecer su trabajo gratis, pero con la condición que lo vean trabajar. Fue en el restaurant Ricos Café, en Laredo Texas, donde se le dio la primera oportunidad.
El inicio en el campo
Felipe cuenta que ya era gerente de un restaurante en Laredo Texas, otra vez había superado los obstáculos puestos por la vida. "Le di trabajo a un mesero y para ese tiempo se pagaba a 3, 35 dólares la hora, pero él me comentó que en Washington pagaban a 8 dólares la hora y por eso me aventuré hasta este Estado. Empecé trabajando con el espárrago, fuí a las pizcas del cherry y de la manzana durante dos años consecutivos.
En Idaho fui con el tapeo de la cebolla, pero terminó ese trabajo, y al ir a la oficina de empleos me ofrecieron trabajo en las ventas que era lo único que había".
Fue por allá en el año 1989 que le dan el trabajo para el que nadie había aplicado.
Vendedor de anuncios en la radio La Campeona Musical en Idaho, una estación de radio am y empieza otra aventura que sigue hoy en día.
El mundo de la radio. Ya tenía un año en las ventas, en una semana yo crecí en las ventas y el dueño rentaba el tiempo, hasta que empezó a rentar la radio toda la semana a medida que yo iba vendiendo comerciales y me asignaron director de programación.
Luego hice un comercial, mi voz les gustó y empecé ya con los micrófonos. En su empeño en traer una radio en español al estado de Washington se entrevistó con varias personas y emisoras, pero no tuvo éxito. "Me regreso a Idaho y como a los tres meses me llaman a una entrevista en Walla Walla y su gerente Nicolás Zavala me da la oportunidad en 92.5 fm en 1990".
Nace Radio La Ley, la que manda
Diez años después, en el año 2000 ya había trabajado en otras estaciones de radio como Campesina, donde conducía el programa Despierta Ya Campesino, pero se le ofrece la oportunidad de estar en otra radio de nombre La Pantera, en Oregon. Luego regresó a Tri-Cities a comenzar Radio La Ley.
Es allí que nace el General del Aire, como su audiencia lo conoce popularmente.
Pero no terminaron los obstáculos
Allí nace la oportunidad para Gaudencio Felipe de tener una radio, pero se trataba de una inversión muy fuerte y por eso tuvo la idea de traer socios.
"Tristemente haber invitado a personas sin experiencia en la radio me puso las cosas más difíciles, pero el crecimiento no se detuvo y llegamos a tener cuatro radios.
Antes de la pandemia vino otra persona, que supuestamente le había comprado acciones al socio mayoritario, pero él fallece en la época del Covid-19, y al no haber un testamento se convirtió en un problema mayor con otros socios que él había tenido antes, hasta tal punto que personas que trabajaban conmigo decidieron tomar otro camino que yo lo asimilé como una traición, y para no tener más problemas, dejé ir las cuatro radios", contó Felipe.
Guadencio admite que intentó tirar la toalla, ya no había motivación, pero clientes y amigos decidieron respaldarlo con apoyo económico para publicidades y transmisiones que solo se hacían por redes sociales por un año y 8 meses hasta que otra vez Radio La Ley ostenta la frecuencia 96.1 fm desde octubre del 2022, además de todo lo cosechado en las plataformas digitales.
"Este tres de diciembre volveremos a romper el listón de nuestra emisora, Radio La Ley 96.1 fm, ahora sin socios, totalmente independientes, estoy acompañado de un excelente equipo profesional, totalmente nuevo y ahora vamos con todo. Somos una empresa consolidada que ofrece todas las posibilidades para publicitar otros negocios.
Todo esto me lleva a una conclusión: en la vida no hay casualidades, todo hay un propósito, sí hay momentos difíciles donde decides tirar la toalla, pero cuando estás a punto de abandonar, si ese es tú destino, es cuando aparece una luz", fue el mensaje final de Gaudencio Felipe de esta nueva aventura que ahora empieza.
Cuando en Tri-Cities y noreste del estado de Oregon se nombra a Gaudencio Felipe el colectivo lo asocia a un hombre de radio, de familia y de poner sus plataformas informativas al servicio de la comunidad, pero poco se conoce del aquel origen humilde, que nació en pueblito de nombre de Tepeclacolco, que luego se mudó a Puebla con su mamá y que tuvo que empezar a chambear desde los siete años para ayudar a toda su familia.

"La necesidad en México me obligó a trabajar desde niño. Ya a los siete años andaba vendiendo chicles, boleando en la calle, (lustrando zapatos) vendiendo paletas en terminales de camiones. Yo ya a esa edad era vendedor ambulante. Fui creciendo y empecé a vender Pino para limpiar el piso, vainilla y luego vendía camas, colchones y vajillas en las colonias. Así empezó mi oficio en las ventas", relató Gaudencio.

"El principio fue duro, solo comía barritas durante todo un día, pero me esforcé y logré las ventas, cuando logré mi primera comisión recibí un pago de 35 mil pesos. Yo nunca había visto, y mucho menos tener en mis manos, un billete de 5 mil pesos. Logré comprar lavadora, estufa y ciertas comodidades para mi jefita, pero la devaluación lo cambió todo y además tenía deudas y es cuando decido viajar a los Estados Unidos.", explicó.
La aventura en Estados Unidos
Gaudencio no tuvo otra opción para escapar de la pobreza y ayudar a su familia que cruzar el río fronterizo entre Estados Unidos y México por el lado de Laredo Texas. "Estaba con un amigo decididos a hacer el viaje, en el trayecto nos robaron.
Al llegar al río el agua del río estaba muy frío, pero no teníamos otra opción. Nos metimos e inmediatamente la corriente nos llevó. Como pudimos nadamos y llegamos al otro lado del río pero con los pies cortados y heridos por las piedras que trae la corriente del río, pero por fin, en Texas".
Felipe no encontró trabajo durante un mes. No le tocó otra opción que ofrecer su trabajo gratis, pero con la condición que lo vean trabajar. Fue en el restaurant Ricos Café, en Laredo Texas, donde se le dio la primera oportunidad.
El inicio en el campo
Felipe cuenta que ya era gerente de un restaurante en Laredo Texas, otra vez había superado los obstáculos puestos por la vida. "Le di trabajo a un mesero y para ese tiempo se pagaba a 3, 35 dólares la hora, pero él me comentó que en Washington pagaban a 8 dólares la hora y por eso me aventuré hasta este Estado. Empecé trabajando con el espárrago, fuí a las pizcas del cherry y de la manzana durante dos años consecutivos.
En Idaho fui con el tapeo de la cebolla, pero terminó ese trabajo, y al ir a la oficina de empleos me ofrecieron trabajo en las ventas que era lo único que había".
Fue por allá en el año 1989 que le dan el trabajo para el que nadie había aplicado.
Vendedor de anuncios en la radio La Campeona Musical en Idaho, una estación de radio am y empieza otra aventura que sigue hoy en día.
El mundo de la radio. Ya tenía un año en las ventas, en una semana yo crecí en las ventas y el dueño rentaba el tiempo, hasta que empezó a rentar la radio toda la semana a medida que yo iba vendiendo comerciales y me asignaron director de programación.
Luego hice un comercial, mi voz les gustó y empecé ya con los micrófonos. En su empeño en traer una radio en español al estado de Washington se entrevistó con varias personas y emisoras, pero no tuvo éxito. "Me regreso a Idaho y como a los tres meses me llaman a una entrevista en Walla Walla y su gerente Nicolás Zavala me da la oportunidad en 92.5 fm en 1990".
Nace Radio La Ley, la que manda
Diez años después, en el año 2000 ya había trabajado en otras estaciones de radio como Campesina, donde conducía el programa Despierta Ya Campesino, pero se le ofrece la oportunidad de estar en otra radio de nombre La Pantera, en Oregon. Luego regresó a Tri-Cities a comenzar Radio La Ley.
Es allí que nace el General del Aire, como su audiencia lo conoce popularmente.
Pero no terminaron los obstáculos
Allí nace la oportunidad para Gaudencio Felipe de tener una radio, pero se trataba de una inversión muy fuerte y por eso tuvo la idea de traer socios.
"Tristemente haber invitado a personas sin experiencia en la radio me puso las cosas más difíciles, pero el crecimiento no se detuvo y llegamos a tener cuatro radios.
Antes de la pandemia vino otra persona, que supuestamente le había comprado acciones al socio mayoritario, pero él fallece en la época del Covid-19, y al no haber un testamento se convirtió en un problema mayor con otros socios que él había tenido antes, hasta tal punto que personas que trabajaban conmigo decidieron tomar otro camino que yo lo asimilé como una traición, y para no tener más problemas, dejé ir las cuatro radios", contó Felipe.
Guadencio admite que intentó tirar la toalla, ya no había motivación, pero clientes y amigos decidieron respaldarlo con apoyo económico para publicidades y transmisiones que solo se hacían por redes sociales por un año y 8 meses hasta que otra vez Radio La Ley ostenta la frecuencia 96.1 fm desde octubre del 2022, además de todo lo cosechado en las plataformas digitales.
"Este tres de diciembre volveremos a romper el listón de nuestra emisora, Radio La Ley 96.1 fm, ahora sin socios, totalmente independientes, estoy acompañado de un excelente equipo profesional, totalmente nuevo y ahora vamos con todo. Somos una empresa consolidada que ofrece todas las posibilidades para publicitar otros negocios.
Todo esto me lleva a una conclusión: en la vida no hay casualidades, todo hay un propósito, sí hay momentos difíciles donde decides tirar la toalla, pero cuando estás a punto de abandonar, si ese es tú destino, es cuando aparece una luz", fue el mensaje final de Gaudencio Felipe de esta nueva aventura que ahora empieza.
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