Otro alcalde acusado de escándalo sexual
El escándalo de Kilpatrick estalla pocos días después luego que el gobernador de Nueva York Eliot Spitzer debió renunciar al cargo, tras admitir que combinaba sus campañas de moralidad con la visita a prostitutas que le cobraban alrededor de 4 mil 500 dólares la hora. Posteriormente, el reemplazante de Spitzer, David Paterson, confesó haber engañado a su esposa en reiteradas ocasiones. Su confesión llevó a identificar los nombres de algunas de sus amantes, en ocasiones ante la sorpresa mayúscula de cónyuges que ignoraban los amoríos.
La fiscal Kym Worthy también acusó a Kilpatrick, de 37 años de edad, de obstrucción de la justicia y de falta de ética en el ejercicio de su cargo.
Kilpatrick había negado una relación sentimental con su ex secretaria de gabinete Christine Beatty. También Beatty negó haber mantenido relaciones íntimas con el alcalde entre los años 2002 y 2003. Y también ella es acusada ahora de perjurio y de obstrucción de la justicia.
La investigación sobre las relaciones entre Kilpatrick y Beatty comenzó durante una demanda entablada por dos agentes de policía que denunciaron haber sido echados por investigar denuncias de que el alcalde usaba sus escoltas para encubrir relaciones extramaritales. Kilpatrick prometió no renunciar y la semana pasada dijo que será reivindicado cuando se conozcan todos los aspectos del escándalo.