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Sin decisión en el caso de Terri Schiavo
Escrito el 29 Mar 2005
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PINELLAS PARK, Florida - El juez federal que decidirá la petición de los padres de una mujer que se encuentra en estado vegetal para que se le inserte la sonda alimenticia que la mantuvo viva durante 15 años y que fue desconectada el viernes por orden de un juez estatal, no dio indicaciones de cuándo se pronunciaría.
El abogado de los padres de Terri Schiavo, Bob y Mary Schindler, presentó un requerimiento judicial urgente en el Tribunal de Distrito federal de Tampa a fin de que se vuelva a alimentar artificialmente a su hija, después que el Congreso y el Presidente intervinieron en el caso y se promulgó una ley excepcional.
El juez federal James Whittemore no tomó una decisión de inmediato después de la audiencia de dos horas de duración, y tampoco dio indicios de cuándo la emitiría.
“No diré ni dónde, ni cómo o cuándo” anunciaré la decisión, dijo el juez del tribunal federal del Distrito Central de Florida, en la ciudad de Tampa, antes de levantar la sesión. El juez es quien puede ordenar a los médicos que repongan la sonda de alimentación de Terri Schiavo, que le fue desconectada el viernes por orden de un juez estatal.
Durante la audiencia, David Gibbs, abogado de los padres, Bob y Mary Schindler, argumentó que obligar a Schiavo a morir de hambre y deshidratación sería un “pecado mortal” según la Iglesia Católica, a la que pertenece la paciente internada en un hospicio.
“Se trata de una total violación de sus derechos y de su libertad de credo, obligarla a estar en una posición de no recibir alimentos”, destacó Gibbs al juez Whittemore, quien fuera designado en 1999 por el entonces presidente Bill Clinton.
El magistrado respondió dijo a Gibbs que no estaba completamente convencido con el alegato. “Da la impresión de que usted trata de convencerme de que tiene una posibilidad sustancial” de que la demanda de los padres saldrá triunfante, señaló Whittemore.
George Felos, uno de los abogados del esposo, Michael Schiavo, expuso ante Whittemore que el caso ha sido ventilado en tribunales estatales y que obligar a insertar la sonda alimenticia a la mujer sería una violación de sus derechos civiles En Washington, Horas antes, la Cámara de Representantes siguió la pauta del Senado y aprobó una ley para permitir a los padres de la mujer que pidieran a un juez federal prolongar la vida de su hija reinsertando la sonda alimenticia. El presidente George W. Bush firmó la iniciativa menos de una hora después, a eso de la una y media de la madrugada.
El esposo de Schiavo, Michael Schiavo, manifestó su indignación por la intervención de los legisladores y del Presidente en el caso, que ha generado un intenso debate sobre la eutanasia en el país y en el extranjero.
Durante años se ha enfrentado a los padres de su mujer, que intentan mantenerla viva con la sonda. “Este es un día triste para Terri. Pero les diré algo: es también un día triste para todos los ciudadanos porque el gobierno de Estados Unidos se va a entrometer en todos sus asuntos personales y familiares”, expresó a la cadena de televisión ABC.
La mujer podría vivir por una o dos semanas si no se le vuelve a conectar la sonda, como ya ha sucedido en dos oportunidades anteriores. Terri Schiavo sufrió una lesión cerebral irreparable en 1990, cuando su corazón dejó de latir por unos instantes debido al parecer a un desequilibrio de potasio provocado por un desorden alimenticio. Puede respirar por sus propios medios, pero necesita de la sonda para alimentarse y continuar viviendo. Los médicos designados por los tribunales sostienen que permanece en un estado vegetativo continuo y no existen esperanzas de que se recupere.
La disputa familiar comenzó, según Michael Schiavo, luego de que la pareja obtuviera 1.2 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios por un “error médico” en noviembre de 1992.
Según el abogado del marido, la mayor parte de esa suma está a nombre de Terri Schiavo y es destinada a financiar sus gastos de hospitalización. Sin embargo, la Fundación Schindler-Schiavo, dirigida por la familia de la enferma, asegura que él recibió más de 500 mil dólares, y su abogado alrededor de 400 mil, por lo cual la mujer en estado vegetativo apenas recibe tratamiento, salvo su alimentación artificial.
El abogado de los padres de Terri Schiavo, Bob y Mary Schindler, presentó un requerimiento judicial urgente en el Tribunal de Distrito federal de Tampa a fin de que se vuelva a alimentar artificialmente a su hija, después que el Congreso y el Presidente intervinieron en el caso y se promulgó una ley excepcional.
El juez federal James Whittemore no tomó una decisión de inmediato después de la audiencia de dos horas de duración, y tampoco dio indicios de cuándo la emitiría.
“No diré ni dónde, ni cómo o cuándo” anunciaré la decisión, dijo el juez del tribunal federal del Distrito Central de Florida, en la ciudad de Tampa, antes de levantar la sesión. El juez es quien puede ordenar a los médicos que repongan la sonda de alimentación de Terri Schiavo, que le fue desconectada el viernes por orden de un juez estatal.
Durante la audiencia, David Gibbs, abogado de los padres, Bob y Mary Schindler, argumentó que obligar a Schiavo a morir de hambre y deshidratación sería un “pecado mortal” según la Iglesia Católica, a la que pertenece la paciente internada en un hospicio.
“Se trata de una total violación de sus derechos y de su libertad de credo, obligarla a estar en una posición de no recibir alimentos”, destacó Gibbs al juez Whittemore, quien fuera designado en 1999 por el entonces presidente Bill Clinton.
El magistrado respondió dijo a Gibbs que no estaba completamente convencido con el alegato. “Da la impresión de que usted trata de convencerme de que tiene una posibilidad sustancial” de que la demanda de los padres saldrá triunfante, señaló Whittemore.
George Felos, uno de los abogados del esposo, Michael Schiavo, expuso ante Whittemore que el caso ha sido ventilado en tribunales estatales y que obligar a insertar la sonda alimenticia a la mujer sería una violación de sus derechos civiles En Washington, Horas antes, la Cámara de Representantes siguió la pauta del Senado y aprobó una ley para permitir a los padres de la mujer que pidieran a un juez federal prolongar la vida de su hija reinsertando la sonda alimenticia. El presidente George W. Bush firmó la iniciativa menos de una hora después, a eso de la una y media de la madrugada.
El esposo de Schiavo, Michael Schiavo, manifestó su indignación por la intervención de los legisladores y del Presidente en el caso, que ha generado un intenso debate sobre la eutanasia en el país y en el extranjero.
Durante años se ha enfrentado a los padres de su mujer, que intentan mantenerla viva con la sonda. “Este es un día triste para Terri. Pero les diré algo: es también un día triste para todos los ciudadanos porque el gobierno de Estados Unidos se va a entrometer en todos sus asuntos personales y familiares”, expresó a la cadena de televisión ABC.
La mujer podría vivir por una o dos semanas si no se le vuelve a conectar la sonda, como ya ha sucedido en dos oportunidades anteriores. Terri Schiavo sufrió una lesión cerebral irreparable en 1990, cuando su corazón dejó de latir por unos instantes debido al parecer a un desequilibrio de potasio provocado por un desorden alimenticio. Puede respirar por sus propios medios, pero necesita de la sonda para alimentarse y continuar viviendo. Los médicos designados por los tribunales sostienen que permanece en un estado vegetativo continuo y no existen esperanzas de que se recupere.
La disputa familiar comenzó, según Michael Schiavo, luego de que la pareja obtuviera 1.2 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios por un “error médico” en noviembre de 1992.
Según el abogado del marido, la mayor parte de esa suma está a nombre de Terri Schiavo y es destinada a financiar sus gastos de hospitalización. Sin embargo, la Fundación Schindler-Schiavo, dirigida por la familia de la enferma, asegura que él recibió más de 500 mil dólares, y su abogado alrededor de 400 mil, por lo cual la mujer en estado vegetativo apenas recibe tratamiento, salvo su alimentación artificial.
- Foto por Newscom
Apoyadores de Terri Schiavo, Izquierda, Jim Meuchel de Enumclaw, WA., Eleanor Strickland de la Izquierda, de Tampa FL., Ellen Martin y Jack Martin de Southampton, Penn., y Tom Hickey de Tarpon Springs, FL. Rezan una oración el 21 de Mar