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¿Te da rabia la competencia?
Escrito el 19 May 2010
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Tal vez te gusta un muchacho y te da rabia saber que hay otra rondándolo, y lo peor: ¡la chica es bonita! O a lo mejor se te ocurrió una idea muy original y te hierve la sangre que a otro se le haya ocurrido algo parecido, y para colmo: ¡casi igual! O quizás practicas un deporte y te molesta que hay otro competidor que te pisa los talones, y lo más grave: ¡es buenísimo!
Reconoce que no es rabia, sino miedo lo que tienes. Uno de los grandes temores que tenemos los seres humanos es saber que hay alguien más que puede robarnos una idea, una oportunidad o un puesto. Es entendible; ¡a nadie le gusta quedar en segundo plano! Sucede en el amor y en los negocios. Por eso, un vendedor tiembla cuando un cliente le dice: “tengo otras opciones” o “hay una compañía que me da un mejor precio”. Es decir, el riesgo a ser sustituido por otro genera ansiedad y, en algunos casos, puede aplastar tu autoestima. Te apuesto que aunque tu competencia sea mediocre y no te llegue ni a los tobillos, por el sólo hecho de existir, te crea inseguridades.
Nunca permitas que la competencia te intimide. ¡Dale la bienvenida! Sino fuera por ella tal vez no tendrías la motivación para convertirte en el mejor. Precisamente aquellos que compiten por lo que tú quieres tener, serán los que te impulsen a dar lo máximo de ti.
Reconozco que es importante saber los movimientos de la competencia, pero por favor no pases tus días investigando lo que otro hace o deja de hacer para definir tu propia estrategia. ¡No! esto sería como si un maratonista se dedicara a poner toda su atención en los otros competidores y descubrir cuántas millas corren o cuántas lagartijas hacen para así determinar cómo él debe entrenar para ganar. Esta táctica jamás le permitiría concentrarse en su propio entrenamiento y descubrir su máximo rendimiento para salir victorioso.
En mi campo existen muchos motivadores hispanos y nunca me he preocupado por el estilo ni el mensaje de ellos. A mí la competencia no me da rabia ni miedo. En vez de temerles o preocuparme, yo me concentro en dar lo mejor de mí, en prepararme, en trabajar fuerte, en tener disciplina y en pulir mis talentos al máximo. ¡Esto me ha elevado sobre todos mis competidores! Haz lo mismo, invierte tus pensamientos, tiempo y energía en dar lo mejor de ti, ¡así vencerás a la competencia!
Reconoce que no es rabia, sino miedo lo que tienes. Uno de los grandes temores que tenemos los seres humanos es saber que hay alguien más que puede robarnos una idea, una oportunidad o un puesto. Es entendible; ¡a nadie le gusta quedar en segundo plano! Sucede en el amor y en los negocios. Por eso, un vendedor tiembla cuando un cliente le dice: “tengo otras opciones” o “hay una compañía que me da un mejor precio”. Es decir, el riesgo a ser sustituido por otro genera ansiedad y, en algunos casos, puede aplastar tu autoestima. Te apuesto que aunque tu competencia sea mediocre y no te llegue ni a los tobillos, por el sólo hecho de existir, te crea inseguridades.
Nunca permitas que la competencia te intimide. ¡Dale la bienvenida! Sino fuera por ella tal vez no tendrías la motivación para convertirte en el mejor. Precisamente aquellos que compiten por lo que tú quieres tener, serán los que te impulsen a dar lo máximo de ti.
Reconozco que es importante saber los movimientos de la competencia, pero por favor no pases tus días investigando lo que otro hace o deja de hacer para definir tu propia estrategia. ¡No! esto sería como si un maratonista se dedicara a poner toda su atención en los otros competidores y descubrir cuántas millas corren o cuántas lagartijas hacen para así determinar cómo él debe entrenar para ganar. Esta táctica jamás le permitiría concentrarse en su propio entrenamiento y descubrir su máximo rendimiento para salir victorioso.
En mi campo existen muchos motivadores hispanos y nunca me he preocupado por el estilo ni el mensaje de ellos. A mí la competencia no me da rabia ni miedo. En vez de temerles o preocuparme, yo me concentro en dar lo mejor de mí, en prepararme, en trabajar fuerte, en tener disciplina y en pulir mis talentos al máximo. ¡Esto me ha elevado sobre todos mis competidores! Haz lo mismo, invierte tus pensamientos, tiempo y energía en dar lo mejor de ti, ¡así vencerás a la competencia!