Termina en 5o. lugar

TOYOTA, Japón - Rayados de Monterrey se adjudicó la quinta posición del Mundial de Clubes Japón 2011 al vencer por 3-2 al Esperance Sportive de Túnez, sobre el que impuso su mayor nivel futbolístico en el terreno de juego desde el inicio.
El Estadio Toyota de la provincia de Aichi, al centro de Japón, fue escenario de un partido animado, en el que los Rayados obtuvieron la victoria gracias a su apuesta táctica y su mayor calidad.
A diferencia del partido frente al Kashiwa Reysol, el técnico Víctor Manuel Vucetich reforzó el centro del campo con un hombre más y alineó a un solo punta, Aldo De Nigris, para intentar ganar más llegada por las bandas.
Y fue concretamente por el flanco izquierdo por donde el equipo mexicano hizo más daño mediante la incorporación del ecuatoriano Walter Ayoví.
Gracias a sus envíos, De Nigris dispuso de dos remates que mandó desviados y Darvin Chávez tuvo una gran ocasión, pero su disparo, semiatajado por Ben Cherifia, se negó a entrar.
Entre medias, el capitán del equipo, Luis Pérez, se retiró lesionado, sustituido por Héctor Morales.
El Esperance apostó por el mismo dibujo que ante el Al-Sadd, aunque la ausencia de Darragi, en el banquillo, le restó mucha claridad en la salida del balón. Carentes de profundidad, los tunecinos encontraron el gol en el minuto 31 en su única llegada de la primera parte, a través de un despeje largo que permitió a Ndjeng ganar la posición a Mier, encarar la portería y fusilar a Orozco.
Se animaron los tunecinos y su ruidosa afición con el gol, pero los mexicanos, con mejor movimiento del balón, no se amedrentaron y mantuvieron su propuesta de inicio.
El premio del Monterrey llegó tras un córner sacado en el minuto 39, cuando Hiram Mier voleó con furia desde el área grande una pelota repelida, primero por el portero y luego por el larguero, tras respectivos remates de Basanta y Santana.
Los Rayados mantuvieron entonces la presión y De Nigris cabeceó el segundo tras otro saque de esquina cinco minutos más tarde.Su afición, acomodada en el fondo noroeste, rompió en sonoros gritos de júbilo tras el gol que adelantó a su escuadra.
Nada más arrancar el segundo tiempo, De Nigris acomodó con la cabeza un centro desde la derecha para dejarle en bandeja el tercer gol mexicano a Jesús Zavala. Ya en el último tramo, el partido se enfrío pese a los ardientes cánticos de la afición tunecina, que alentó a su equipo en pos de una remontada que no pareció posible hasta que Mskani fue derribado en el área mexicana y Mouelhi transformó la pena correspondiente en el minuto 76. Con un Monterrey ya desganado, los tunecinos le echaron corazón y a punto estuvieron de lograr el empate en el minuto 82 a través de Traoui, que remató un balón suelto en el área que finalmente escupió por la defensa rayada cuando ya se cantaba el gol.
Las últimas acometidas del equipo africano no fueron suficientes y el Esperance tuvo que conformarse con el sexto puesto en el Mundial de Clubes 2011.

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