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La Comida Fresca vs. La Comida Preparada

Entro al supermercado de mi vecindario y un aire helado me golpea la cara al abrirse las puertas automáticas. Instintivamente mi cuerpo me pide que me aleje de la zona de comida fresca y me vaya hacia las hileras, donde no hace tanto frío. Tomo un carrito y me hago la misma pregunta de siempre: “¿Y ahora para donde?” Mis ojos miran de lado a lado mientras mi mente hace una lista mental de lo que necesito comprar. A mi izquierda esta una montaña de manzanas en la sección de la fruta y enfrente, una hilera con un cartel que dice “Comida Preparada” atrae mi mirada. Sin darme cuenta el carrito de compras se empieza a dirigir hacia la hilera, dejando atrás las manzanas. Mi mente inconsciente toma en cuenta mis pies cansados por un largo día de trabajo y se pregunta: “¿Para que comprar ingredientes frescos cuando puedo comprar comida preparada?”

Quizás sea esta distinción (Ingredientes vs. Comida) la cual causa que tantos compradores se vayan derechos hacia las hileras, pasando por alto la sección de comestibles frescos. Desafortunadamente, nuestro cuerpo si sabe hacer la distinción entre los dos tipos de comida y te lo deja saber muy claramente con agruras, estreñimiento y todos esos problemas de salud que son leves pero molestos. Como consultora de nutrición, no me canso de decir que el cuerpo necesita comida de verdad todos los días, es decir, comida que aporta nutrición.

Una porción de sopa enlatada de verduras tiene tan solo el 10% de valor nutricional que tendría una porción de esas mismas verduras crudas. Nos encontramos entonces, con que la comida enlatada y envasada por muy conveniente que sea, no es un verdadero substituto a la comida fresca ya que no aporta suficientes nutrientes para mantener una dieta saludable y equilibrada. En mi opinión personal, el 70% de la comida en tu casa debería venir de la sección de comida fresca y tan solo el 30% de las hileras y los restaurantes.

Interesantemente, la mayoría de los supermercados están organizados de tal manera, que todos los comestibles frescos se encuentran en la periferia del mercado, rodeando a las hileras. Si lo piensas bien, ¿cuando fue la última vez que te metiste a una hilera para comprar tomates? Se podría decir entonces, que la gran mayoría de los comestibles que deberías estar consumiendo (que son frescos y pertenecen a un grupo alimenticio) se encuentran fuera de las hileras.

Al evitar las hileras y enfocarte en hacer casi todas tus compras en la sección de frutas, verduras, carnes, productos lácteos y panadería, estas automáticamente creando un sistema balanceado de escoger tu comida. Recuerda que un refrigerador sano y una lacena que solo contiene lo mas esencial, es la clave de una dieta equilibrada y llena de nutrición.

Cristal Munoz

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