Violencia Física: Hasta Cuando Mujer…

"Un golpe a tiempo es necesario", "le pego para que respete", " soy un hombre y hago lo que tengo que hacer",son algunas expresiones que hemos escuchado en algún momento y denotan el poder machista y abusivo, que poseen ciertos varones dentro de su conducta. La agresión física es el pan nuestro de cada día, y vemos como millones de mujeres son víctimas de ello, muchas de estas en el silencio, pero nunca perdiendo la fe.
En tiempo de mujer y derechos,definimos este flagelo y colocamos sobre la mesa soluciones para erradicar este cáncer social llamado violencia contra la mujer.
La violencia física es toda acción u omisión que directa o indirectamente está dirigida a ocasionar un daño o sufrimiento físico a la mujer, tales como: lesiones internas o externas, heridas, hematomas, quemaduras, empujones o cualquier otro maltrato que afecte la integridad física.
El que mediante el empleo de la fuerza física cause un daño o sufrimiento físico a una mujer, hematomas, cachetadas, empujones o lesiones de carácter leve, estaremos en presencia pues de la figura perfecta de la violencia física. La imposición del hombre sobre la mujer, y el hecho del maltrato, indican que existen condiciones patriarcales absurdas y retrógradas en nuestros tiempos.
En Hispanoamérica, la estadística de víctimas resulta espeluznante, ubicando la proporción, de la siguiente manera: por cada 10 mujeres 7 han sido víctimas de violencia física en algún momento de su vida. Pero la cifra más impactante es, que de cada 10 mujeres 9 son potencialmente víctimas a sufrir este tipo de violencia.
La prueba indispensable a la hora de la colocación de una denuncia, o mejor dicho en un proceso judicial, es que la víctima debe realizarse inmediatamente al hecho una prueba médico forense. La mayoría de los juicios por violencia física contra mujeres, ven mermadas la restitución de los derechos vulnerados por la ausencia de dicha prueba.
Es necesario hacer un llamado especial a todas las autoridades, ya que cada año las cifras de este problema se hacen superiores. La política para erradicar la violencia física viene desde adentro hacia afuera.
Los hogares deben convertirse en semilleros de ciudadanos íntegros, pacíficos y respetuosos. No basta con la denuncia pública, ni hablar del tema porque está de moda, hay que realizar estrategias de prevención, educación, y el ofrecimiento de garantías suficientes para que todas den el primer paso y denuncien.
Aboguemos por un mundo justo, equitativo, igualitario, de paz social, respetando el derecho del prójimo y dando pauta a una sociedad de hombres y mujeres con oportunidades para todos. Mujer, es hora de conocer, defender y ejercer tus derechos.

Acerca del Autor
Especialista en derechos de la mujer

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