SAN FERNANDO, CA –

Los lugares con el mayor número de redadas y arrestos migratorios en el sur de California han sido el Valle de San Fernando, el sur y sureste de Los Ángeles y la región del Inland Empire, zonas donde la mayor parte de la población es latina.

La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) reveló un análisis que pone en evidencia que los operativos de migración se han enfocado predominantemente en los barrios latinos y en gente de color.

Estos son: el Valle de San Fernando en Pacoima y North Hills, en el sur de Los Ángeles en el área de Jefferson Park y Westmont; en el sureste de Los Ángeles en Norwalk, Bellflower, Downey y South

riesgo que geográficamente subraya los operativos federales de migración. El mapa de “Áreas de enfoque para la actividad de cumplimiento federal” da cuenta de 471 acciones de cumplimiento de la ley migratoria confirmadas y reportadas a la Red de Respuesta Rápida de Los Ángeles (LARRN) entre el 6 de junio y el 20 de julio de

Esta cifra representa una muestra del número total de acciones de cumplimiento confirmadas en toda la región.

“La flagrante discriminación racial por parte de la Administración Trump es claramente visible en este mapa. Las zonas donde viven y trabajan personas de color, que también incluyen importantes núcleos latinos, fueron objeto de discriminación racial y blanco de ataques”, declaró Angélica Salas, directora ejecutiva de CHIRLA.

“Esta operación militar federal de control migratorio fue un ataque preciso para provocar pánico y confusión, y desatar el terror en nuestros vecindarios”.

CHIRLA reveló que entre el 6 de junio y el 20 de julio de 2025, recibieron un total de 1,677 llamadas con avisos de actividad de inmigración a través de la región.

De esos reportes, en 1,500 se denunció la presencia de agentes armados durante los operativos, y 389 mencionaron haber sido testigos ocasionales de arrestos de miembros de la comunidad.

Los voluntarios capacitados para reportar los operativos de migración revelaron las siguientes hallazgos:

• Muchos agentes visten de civil y conducen camionetas sin identificación, lo que dificulta la identificación.
• Actividad cerca de escuelas, parques e intersecciones residenciales.

En algunos días se registraron operaciones importantes con varios agentes y presuntas detenciones, pero las pruebas en video fueron escasas. Si bien las descripciones fueron detalladas, pocas presentaciones incluyeron documentación visual, lo que dificultó el despacho y la verificación.

En casi 9 de cada 10 informes, los testigos no pudieron confirmar qué agencia estaba involucrada, lo que indica una posible opacidad en las medidas de control.

Martha Arévalo, directora de la organización CARECEN dijo que tomar a los barrios latinos como blanco para los operativos de migración, es un ataque contra las comunidades que servimos.

“Vecindarios enteros han quedado paralizados por el miedo: niñas y niños están dejando de asistir a la escuela, familias cancelan citas médicas críticas y los negocios se ven afectados”.

Agregó que las comunidades están siendo desestabilizadas psicológica y económicamente. La líder enfatizó que no serán marginados ni borrados. “Resistiremos con resiliencia y nos levantaremos con esperanza”. Algo que podría poner un alto al enfoque de las autoridades de migración sobre los barrios latinos en el condado de Los Ángeles es la decisión del Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos que la semana pasada ratificó una orden de restricción para impedir que los agentes federales realicen arrestos sin orden judicial en el sur de California.