Obama y McCain, round dos

Cómo solucionar la crisis económica que afecta los bolsillos y cómo lidiar con la herencia de la guerra contra el terrorismo es lo que más les inquieta a los votantes estadounidenses de quien sea el próximo presidente el 4 de noviembre. Así lo evidenciaron durante el segundo debate entre los candidatos presidenciales Barack Obama (demócrata) y John McCain (republicano), realizado en la Universidad Belmont, Nashville, Tennessee, faltando cuatro semanas para los comicios y cuando los estadounidenses elijan al sucesor del presidente George W. Bush.

En 90 minutos los senadores de Illinois y Arizona, respectivamente, respondieron 21 preguntas, remarcaron sus diferencias, se atacaron mutuamente y trataron de conquistar los votantes indecisos, estimados entre un 15 y un 20 por ciento.

Obama fue el primero en responder, McCain cerró el debate. Pero el principal actor de la noche fueron los votantes, 80 de ellos entre el selecto público y cientos de miles conectados a través de Internet. Pero, ¿cuáles fueron los temas que más preocupan a los votantes? ¿Qué se habló en el debate? ¿Qué quieren saber de los candidatos los estadounidenses?

De las 21 preguntas formuladas en el segundo debate, seis (35 por ciento) tuvieron relación con la crisis financiera que golpea a Estados Unidos, y de ellas las cinco primeras versaron sobre el tema.

Los votantes preguntaron sobre cómo tratarán el tema de la pérdida de ingresos, a quién nombrarían como Secretario del Tesoro, cómo y de qué manera ayudarán a las personas que están perdiendo sus viviendas, si la crisis empeorará y cómo confiar el dinero de los contribuyentes si los dos partidos tienen la culpa de la crisis que vive el país. El segundo tema más importante trató sobre política exterior y la guerra que libra Estados Unidos contra el terrorismo. En cinco de las 21 preguntas (26 por ciento), los votantes preguntaron si la crisis financiera afectará el rol de Estados Unidos en el exterior, cómo enfrentará el próximo presidente a Pakistán y la lucha contra la organización Al Qaeda (La Base), qué planes tienen ambos candidatos sobre Afganistán y si habrá una nueva guerra fría con Rusia.

Las otras 10 preguntas se relacionaron con otros temas tales como la reforma a la Seguridad Social y del Medicaid (2 preguntas, 10 por ciento), Salud y seguros médicos (1 pregunta, 5 por ciento), política energética (1 pregunta, 5 por ciento), gobierno y administración pública (2 preguntas, 10 por ciento), medioambiente y cambio climático (1 pregunta, 5 por ciento) y otras dos generales, una de ellas enviada por Internet que preguntó qué no sabían los candidatos y cómo o de qué manera lo aprenderían.

De qué no hablaron

El resto de temas fueron obviados, como en el primer debate. Por ejemplo, en los 90 minutos, no se mencionaron otros temas nacionales tales como qué tipo de política barajan los candidatos para enfrentar el tema de la droga, los matrimonios homosexuales, el aborto, la educación, las pandillas, la atención a las personas de la tercera edad, la experimentación con células madres o el sida. Y en cuando a los indocumentados y la reforma migratoria, tampoco hubo referencias.

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