“Pensaba que me iba a morir del calor”

MEXICIO - mpujado por la necesidad de ayudar a sus amiliares, el mexicano Enrique Ortega Cuate decidió aventurarse y cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. El peligroso viaje no era nuevo para él: ya había sido deportado del "país de las oportunidades", donde trabajó como obrero de la construcción.

Pero su más reciente intento para escapar de la pobreza tomó un giro trágico, y su viaje se convirtió en una trágica pesadilla.

Ortega formaba parte de un grupo de alrededor de 80 inmigrantes que en mayo pasado abordó el interior de un camión de carga, en el sur de Texas. Houston era el supuesto destino final. Pero después de horas de viaje, el vehículo fue abandonado en Victoria, Texas.

Los indocumentados no tenían forma de escapar y, cuando finalmente lograron abrir la puerta, el calor y la falta de aire había cobrado la vida de 17 de ellos. Dos más murieron luego en un hospital para elevar el saldo mortal a 19.

Pese a la odisea, Ortega, de 28 años, fue afortunado: escapó con vida para contar su experiencia. Ahora es uno de los principales testigos de la fiscalía federal en Houston, que busca enjuiciar a los presuntos traficantes de indocumentados acusados de provocar la tragedia.

El periodista Jorge Ramos, presentador del Noticiero Univision, viajó a Texas y logró conversar con Ortega antes de que un magistrado federal emitiera una orden de silencio. Ya él no puede hablar sobre el caso, pero su relato quedó previamente grabado para la serie especial Viaje a la Muerte.

"¿Por qué decidiste viajar a Estados Unidos", le preguntó Ramos a Ortega: "Para ayudar a mi mamá con los gastos de mis hermanos", respondió el joven inmigrante.

"Nosotros somos una familia pobre, no tenemos la oportunidad de tener un buen trabajo en México... Aquí [en Estados Unidos] creo que con lo que ganamos podemos mantenernos nosotros y ayudar un poco a la familia [en México]", añadió.

Como obrero en una fábrica o en una tienda en México, explicó Ortega, ganaría alrededor de 220 dólares mensuales. En Estados Unidos, sin embargo, puede ganarse esa misma cantidad en sólo dos días realizando trabajos de construcción.

La larga jornada...

Para alcanzar su destino final en Estados Unidos, Ortega primero emprendió un largo viaje en autobús desde su natal Puebla hasta la ciudad de Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas. "Ahí me quedé en un hotel y tuve contacto con el coyote que me iba a pasar para acá, para este lado", precisó.

Según Ortega, el presunto traficante de indocumentados con quién había hablado varias veces por teléfono era Víctor Rodríguez, uno de los acusados de la fiscalía. Anteriormente Ortega había acordado que pagaría 2 mil dólares para ser traído desde Matamoros hasta Houston, Texas.

Siguiendo las instrucciones de Rodríguez, Ortega permaneció en el hotel hasta que un emisario fue a recogerlo, la noche del 12 de mayo: "Llegó una persona por mí, me llevó con otra persona ahí mismo en Matamoros. En la noche me ayudaron a pasar [la frontera]... alguien me acompañó a pasar el río... yo no sabía el camino", relató.

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