Ochoa, la deportista del 2006
Ochoa tenía 12 años cuando se entrenó durante seis meses para ascender al Pico de Orizaba, el volcán más alto de México con una altura de 5.747 metros. Cuando tenía cinco, Ochoa sufrió una caída de un árbol y se fracturó ambas muñecas y anduvo con yeso de los hombros hasta los dedos.
"Dicen que el doctor me dio unas muñecas mágicas, algo de magia en mi mano", dijo Ochoa.
Esa manos fueron verdaderamente mágicas en los campos de golf en 2006, en el que la jugadora de 24 años olvidó frustraciones previas y ganó seis torneos para acabar con el reinado de cinco temporadas de Annika Sorenstam como la mejor del tour de la LPGA.
"Ese fue mi objetivo en enero, ser la mejor jugadora del tour", dijo Ochoa recientemente. "Siempre supe que podía hacerlo. Creo que venía subiendo mi nivel y además había adquirido más madurez dentro y fuera de los campos. Eso ayuda".
Ochoa se impuso por amplio margen en el sondeo de editores deportivos de medios pertenecientes a la cooperativa noticiosa en Estados Unidos.
Al recibir 200 puntos, Ochoa casi duplicó el total obtenido por la tenista francesa Amelie Mauresmo, quien este año ganó Wimbledon y el Abierto de Australia. Tiger Woods fue el ganador en la rama masculina, la primera vez desde 1993 que deportistas de una misma disciplina obtienen el premio. Los anteriores fueron los basquetbolistas Michael Jordan y Sheryl Swoopes. También es la primera vez desde Babe Zaharias y Byron Nelson en 1945 que golfistas acaparan los primeros lugares en el premio de la AP. La rusa Maria Sharapova, campeona del Abierto de Estados Unidos en tenis, y la basquetbolista Lisa Leslie compartieron el tercer lugar con 60 puntos.
Justin Henin-Hardenne, la tenista belga que ganó el Abierto de Francia, y la estadounidense Hannah Teter, medallista olímpica en el snowboard de los Juegos Olímpicos de Invierno, quedaron en el cuarto y quinto puesto, respectivamente.
Fue el cuarto año seguido que una golfista se lleva el premio, ya que la sueca Sorenstam se impuso en los tres anteriores.
El que Ochoa desplazara a Sorenstam no asoma en el horizonte del golf femenino al comenzar el año, sobre todo cuando la sueca venció a la mexicana en el MasterCard Classic en México. Y mucho menos cuando Ochoa volvió a llevarse un fiasco en su primer torneo grande del año, el Kraft Nabisco, en el que malogró una ventaja de tres golpes en la ronda final. Logró reaccionar para dirimir el título en un desempate que perdió al final con la australiana Karrie Webb.
A partir de ese momento, Ochoa estuvo intratable. Ganó de punta a punta el siguiente torneo, el Takefugi Classic en Las Vegas. En los siguientes dos meses, figuró primera o segunda en seis certámenes.
También logró su primera victoria en un torneo en su país natal y se apoderó del primer lugar en la lucha por la jugadora del año al ganarle a Sorenstam en el Samsung World Championship. La sueca estuvo ganando por tres golpes al iniciar el recorrido final, pero Ochoa firmó un 65 para llevarse el triunfo por dos de diferencia.
"Se ha convertido en una gran jugadora", comentó Sorenstam. "Le pega más lejos a la pelota, de forma más recta y está utilizando el 'putt' extremadamente bien".
Orgullosa de su nacionalidad, Ochoa se entusiasma cuando se encuentra con sus compatriotas en los torneos, muchos de los cuales trabajan en el mantenimiento de los campos, y que interrumpen sus tareas para verla jugar.
"Me siento muy orgullosa de ser una mexicana. Es una motivación extra cuando veo a mexicanos en el campo, ya sea los trabajadores o gente que vive aquí", indicó. "Eso me anima a hacer las cosas mejor y hacerlo bien".
Lo único que le faltó en su fenomenal campaña fue un título grande, pero es algo que muy pronto vendrá.
"Uno trata aprender de los errores que se cometen en tu primero o segundo año para que las cosas te salgan bien después", dijo Ochoa. "Soy una persona positiva y he aprendido bastante. Esos tiros malos ya no ocurrirán. No gané un grande, pero estoy lista para cuando llegue el momento".