Opinión: Mi Punto de Vista

Hay personas en la comunidad que dicen que el periódico La Voz solo busca manera de destruir a personas y busca maneras de enfrentar a personas que no están de acuerdo con los reportajes del periódico La Voz. Esas mismas personas son los que una vez u otro tuvieron un problema con la ley o dicen que son inocentes, pero están abajo la dirección de la ley por su parte de quebrar las leyes de este gobierno local o estatales.



También las mismas personas que dicen que son lideres entre los hispanos y le dan la espalda a otro hispano cuando llega el tiempo de apoyarlos y por medio sus acciones si sabe realmente quien son esas personas.
El periódico La Voz entrega reportajes positivos y negativos y siempre son los reportajes negativos de las personas que se portaron mal afrente del público y con las leyes policiacas o de su propia comunidad y son los que están hablando mal de su periódico La Voz.
La próxima vez que escuchan a una persona de su comunidad que hablen en contra de su periódico local, esa persona tiene algo de esconderse o se está tratando de protegerse y no es de su propia dignidad. Solo les puede dar este consejo en lo siguiente manera:
Hay que tener cuidado al elegir a los enemigos:
Esta frase me parece oportuna y actualísima toda vez que veo a voluntariosas personas empeñadas en conseguir lo que quieren a través de enfrentamientos que parecen batallas y sosteniendo contiendas verbales, políticas, mediáticas, que parecen guerras.
Los intentos de llevar proyectos o ideas adelante se disfrazan, muchas veces, de enconadas descripciones de los contrincantes, de los enemigos políticos, de los que están en el otro bando.
Sin embargo, para los espectadores atentos, cuando se apaga el entusiasmo partidista, cuando se filtran las broncas y los modos violentos, comienza a aparecer una narrativa común, un patrón de comportamientos similar, objetivos no tan diferentes… y hasta los extremos más extremos parecen tocarse…
También considero que los buscamos especialmente, y desarrollamos una red de sostén del encono contra ellos para mantener la distancia que nos permite llamarlos…enemigos.
Tal vez porque si los miráramos más detenidamente, veríamos en ellos las cosas de nosotros mismos que tememos, no toleramos, rechazamos.
Resulta más fácil ponerlas en otros y denunciarlas, que reconocerlas y trabajarlas. Y aunque parezca más cómodo, es mucha la energía, mucho el cuerpo, abundantes los pensamientos, grande el estrés que pagamos por eso. Mas que temer parecernos a nuestros enemigos, ganaríamos mucho más convirtiéndolos en espejos.

David G. Cortinas – Director y Propietario de La Voz – Fundado 1995