Organízate, por si te pasa algo
"Sus habilidades financieras están lejos de ser buenas", comentó Waldrop. "Soy buena con los números y disfruto el reto. Mi esposo ni siquiera sabe cuánto pagamos de hipoteca cada mes, o con qué compañía tenemos el seguro de automóvil". No obstante, la mujer asegura que si algo terrible le pasa, a su marido no se le haría difícil encontrar toda la información necesaria para continuar manejando las finanzas del hogar. Ya que ella dice tener "todos los recursos disponibles y en un lugar bien accesible".
Planificar para una incapacidad o la muerte súbita de una pareja significa tomar pasos precisos hoy para que si, si algo sucede, los asuntos legales y financieros continúen en "piloto automático".
El cónyuge que sobrevive no debería de estar obligado a tomar decisiones críticas en un momento de dolor y pérdida.
"Si sólo uno en la pareja maneja todo, el otro se queda completamente en la oscuridad con relación a qué bienes tiene la familia, dónde está todo localizada y qué asesores hay que contactar sobre todo", explicó el planificador financiero Joseph Hearn, co-autor del libro "If Something Happens to Me" (Y si algo me pasa a mí).
El texto es un manual y organizador de documentos que le permite a las familias organizar toda la información legal, financiera y de seguros de la familia, y además, proporciona instrucciones paso a paso sobre qué hacer luego de la pérdida de un ser querido.
En muchas familias, uno en la pareja maneja el pago de las cuentas, mientras que el otro se encarga de los seguros. No obstante, dividir estas obligaciones puede poner a la familia en riesgo.
El cónyuge sobreviviente heredará la responsabilidad de manejarlo todo, lo que puede resultar en confusión y estrés adicional. Algunas personas, incluso, se ven obligadas a enfrentar una precaria situación legal o financiera.
Hay documentos claves que son necesarios durante momentos difíciles; desafortunadamente, la gente no se enfoca en organizarlos. Puede que algunos papales estén bien guardados en una caja de seguridad, pero otros podrían estar regados en una gaveta, en la oficina o incluso, en la basura.
Ahora bien, ¿cómo se planifica para lo impensable? Lo primero es preparar documentos como un testamento, un poder legal, y un seguro de vida. Para todos estos trámites se recomienda contactar un abogado, contable o asesor financiero. Si tu pareja y tú mueren de forma simultánea, por ejemplo, y los asuntos de ambos no están en orden podría resultar en un grave problema para determinar el cuidado y manutención de los hijos.
Cuando los padres mueren y no existe un testamento, una corte seleccionará un guardián para cuidar de tus hijos, y la persona elegida puede que no esté en tu lista de candidatos adecuados.