Sin contratiempos este verano
Una de las primeras medidas que debes adoptar antes de enviar a los más pequeños de excursión es verificar que todas sus vacunas estén al día, según recomiendan los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Las lesiones y el contagio de enfermedades infecciosas son algunos de los riesgos a los que los menores se exponen al ir de campamento y las vacunas son una forma de protegerlos contra las consecuencias graves de algunas de estas enfermedades. Consulte con el médico de tu hijo si este necesita un refuerzo de la vacuna contra el tétano u otras enfermedades como la pertussis (tos ferina) y la hepatitis A, entre otras. Advertir al menor sobre los peligros de la intoxicación por monóxido de carbono y las medidas que debe tomar puede prevenir accidentes fatales mientras está en un campamento, aseguran los expertos de CDC. Los excursionistas suelen utilizar lámparas, cocinas o calentadores de gas en las tiendas de campaña cuando la temperatura desciende lo que puede causar la acumulación de cantidades peligrosas de monóxido de carbono, por ello nunca deben utilizarse en lugares cerrados.
Abrir las puertas o ventanas de la tienda de campaña no es suficiente para prevenir la acumulación de monóxido de carbono emitidas por estos aparatos. Los síntomas más comunes de la intoxicación por monóxido de carbono son dolor de cabeza, mareo, debilidad, náuseas, vómito, dolor en el pecho y confusión.
Si bien el espíritu de aventura suele imperar entre los más jóvenes durante un campamento, es importante que advierta a sus hijos sobre los riesgos de tener contacto directo con animales salvajes. Incluso aquellos animales que podrían parecer inofensivos, como los mapaches y las mofetas, pueden ser portadores de enfermedades peligrosas para las personas, como la rabia, el hantavirus y la infección por Giardia, advierten los CDC.