Tratan de develar misterio de posible tumba de Jesús
"Nosotros no tenemos registros físicos de la existencia de Jesús", dijo Cameron. "Por lo tanto, esta película ... muestra por primera vez evidencia tangible, física, arqueológica" de la existencia de Cristo.
Pero algunos expertos en religión, así como arqueólogos, no se mostraron convencidos por las cifras.
Los cineastas exhibieron los dos osarios el lunes mientras promocionaban su documental "The Lost Tomb of Christ" (La tumba perdida de Cristo), que el Canal Discovery presentará el 4 de marzo en Estados Unidos. El documental fue producido por James Cameron, el director de la película "Titanic".
La tesis del documental es que 10 osarios antiguos descubiertos en un suburbio de Jerusalén en 1980 pudieran contener los restos de Jesús y su familia, de acuerdo a una nota de prensa del canal.
Uno de los osarios tiene la inscripción "Judah, hijo de Jesús", lo que, de acuerdo al documental, pudiera indicar que Jesús tuvo un hijo. Y el simple hecho de que Jesús tuviese un osario contradiría la creencia cristiana de que Cristo resucitó y ascendió al cielo. La mayoría de los cristianos creen que el cuerpo de Jesús pasó tres días en el sitio que hoy ocupa la Iglesia del Santo Sepulcro, en la ciudad vieja en Jerusalén. El sitio identificado en el documental de Cameron está en el sur de Jerusalén, lejos de la iglesia. El documental fue dirigido por el canadiense Simcha Jacobovici.
Un panel de expertos se sumó el lunes a los cineastas en la Biblioteca Pública de Nueva York para discutir el tema.
James Tabor, profesor de estudios religiosos de la universidad de Carolina del Norte, en Charlotte, dijo que la resurrección de Jesús debe considerarse "de una manera espiritual, y que su cadáver quedó detrás".
Pero Albert Mohler, presidente del Seminario Teológico de los Baptistas del Sur, dijo que la cristiandad "siempre entendió que la resurrección física de Cristo estuvo en el centro de la fe". Cameron dijo por su parte que se sentía muy entusiasmado por haberse vinculado al documental, dirigido por Jacobovici, cineasta de Toronto. "Nosotros no tenemos registros físicos de la existencia de Jesús", dijo Cameron. "Por lo tanto, esta película ... muestra por primera vez evidencia tangible, física, arqueológica" de la existencia de Cristo.
La primera de las inscripciones en los osarios, escritas en arameo, dice "Yeshua bar Yosef", o "Jesús, hijo de José". La segunda, en hebreo, dice, "Maria", la tercera en hebreo, dice "Matia" o "Mateo". La cuarta inscripción, en hebreo, dice, "Yose". La quinta, en griego, dice "Mariamene e Mara", que, de acuerdo a los cineastas, significa "María la patrona" o "María la maestra". La sexta, en arameo, dice, "Yehuda bar Yeshua" o "Judá, hijo de Jesús".
Jacobovici señaló que los osarios no parecían inicialmente muy singulares porque todos los nombres eran muy comunes.
Pero los cineastas pidieron a expertos en estadísticas que calcularan la posibilidad de que cualquier otra familia en el Jerusalén del primer siglo de nuestra era hubiesen tenido ese conjunto de nombres.
"Las cifras van de uno en 100 a uno en 1.000 de que podría haber existido otra familia" con esa serie de nombres, dijo Andrey Feuerverger, profesor de matemáticas en la universidad de Toronto. De todas maneras, la controversia continúa.
Osnat Goaz, portavoz de la agencia gubernamental israelí de arqueología, rehusó comentar antes de que el documental ser transmitido. Goaz dijo que la Autoridad de Antigüedades aceptó enviar dos osarios a Nueva York, pero dijo que no contenían restos humanos. "Nosotros aceptamos enviar los osarios, pero eso no significa que estamos de acuerdo con los documentalistas", dijo. Las afirmaciones del documental han causado la ira de líderes cristianos en Jerusalén.
"La evidencia histórica, religiosa y arqueológica muestra que el lugar en el que Cristo fue sepultado es la Iglesia de la Resurección", dijo Attallah Hana, clérigo greco ortodoxo en Jerusalén. El documental, dice, "contradice los principios religiosos y los principios históricos y espirituales que nos sostienen". Stephen Pfann, un erudito bíblico en la Universidad de la Tierra Santa en Jerusalén que fue entrevistado para el documental, dice que la hipótesis de los realizadores no es sólida. Pfann ni siquiera está seguro de que el nombre "Jesús" en los osarios fue interpretado correctamente. El piensa que lo más probable es que se trate del nombre "Hanun". Las escrituras semíticas antiguas son notoriamente difíciles de descifrar.