Vendedores ambulantes pierden la guerra
Los comerciantes amenazan con volver si no reciben apoyo y seguridad para trabajar.
Según las autoridades, en la operación de limpieza del México Viejo han sido movidos unos 13 mil vendedores callejeros, aunque María Rosete, dirigente de las Organizaciones Unidas del Barrio de Tepito, dice que pueden llegar a 20 mil.
Son gentes que durante muchos años han subsistido en el comercio ambulante a falta de alternativas de trabajo formal.
"Hay carencia de empleos y el salario mínimo es raquítico (unos $5 al día,)", señala.
Los desalojados han perdido de un día para otro su clientela, tienen problemas para mantener los contactos con sus proveedores y viven en la incertidumbre, con la esperaza de que el Gobierno cumpla sus promesas, de brindarles espacios legales de venta, apoyos financieros y seguridad para trabajar, añade Rosete. Los vendedores quieren tener sus puestos "lo antes posible", porque la temporada de Navidad está a la vuelta de la esquina y representa la mejor época para ellos.
Sacarles del centro histórico no ha sido tarea fácil.
El Gobierno local llegó primero a un acuerdo con la asociación de comerciantes y se comenzó por los que vendían televisores, radios, aparatos de sonido, ropa nueva o usada, lencería o bisutería.
En los alrededores de la plaza del Zócalo, se esfumaron los vendedores de baratijas, vídeos y CD piratas, pero todavía trabajan algunos toreros, vendedores que con las mercancías en las manos o en delantales desafían a las autoridades.
Unos 1.200 granaderos resguardan el Centro Histórico, sin que, hasta el momento, se hayan producido incidentes.
Los defeños (habitantes del Distrito Federal) están divididos en cuanto al comercio ambulante.