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Comenzaron audiencias públicas
Escrito el 13 Jul 2006
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WASHINGTON - Entre llamados al Senado y a la Cámara de Representantes, criticas por parte de organizaciones hispanas y la inquietud de millones de indocumentados se llevó a cabo el miércoles la primera ronda de discusiones públicas sobre la reforma migratoria, un mecanismo implementado a petición del líder del Congreso, Dennis Hastert (republicano de Illinois) como condición para convocar al Comité de Conferencia.
En California, representantes de la ciudad de San Diego, en la frontera entre Estados Unidos y México, se llevó a cabo la primera consulta popular sobre migración, reunión en la cual también se habló sobre terrorismo y seguridad fronteriza.
Al término de la discusión, los participantes -entre los cuales había parlamentarios locales y federales- concluyeron en que se debe penalizar a los empleadores de indocumentados, pero no se estableció un mecanismo para ejecutar la decisión, ni tampoco se estableció si el acuerdo será incluido en la versión final de reforma migratoria pendiente en el Congreso.
Voces hispanas presentes en la discusión, así como otros que no fueron invitadas o no pudieron entrar al foro, rechazaron la medida y la tildaron de "propaganda" republicana para acercarse en mesas redondas a los electores hispanos, pero también como una estrategia para dilatar la decisión en Washington para que el Congreso apruebe una reforma migratoria amplia y humana.
"Está claro que el partido republicano está más interesado en aupar las pasiones xenófobas", indicó en un comunicado la Organización Hermandad Mexicana y la Coalición 25 de Marzo, ambas muy influyentes en California, donde más de la tercera parte de la población de 36 millones de habitantes es de origen hispano.
La Hermandad Mexicana y la Coalición 25 de Marzo encabezaron la convocatoria de la megamarcha de los Angeles, manifestación que reunió unas 500 mil personas que exigieron al Congreso federal una reforma que incluya un camino hacia la legalización para los 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Reportes de prensa mencionan que no se conoció el número se participantes en la tarde del miércoles, pero que algunos congresistas republicanos, tal el caso de J.D. Hayworth (Arizona), pidió a los "compañeros demócratas que den su apoyo cuando se apruebe una propuesta que castigue a los empleadores de ilegales".
En las afueras del recinto líderes religiosos y activistas por los derechos humanos protestaron y llevaron sus propias consultas con transeúntes de esta ciudad fronteriza, enfatizaron en la necesidad de que el Congreso apruebe una reforma justa e instalaron cruces de madera en plena frontera entre los dos países para recordar, dijeron, a los muertos en el intento por cruzar el desierto en busca del sueño americano.
El objetivo de los republicanos con estas discusiones públicas incluye llevar el tema migratorio a sus distritos electorales durante los meses de julio y agosto, como parte de una estrategia electoral con miras a los comicios del próximo mes de noviembre.
En California, representantes de la ciudad de San Diego, en la frontera entre Estados Unidos y México, se llevó a cabo la primera consulta popular sobre migración, reunión en la cual también se habló sobre terrorismo y seguridad fronteriza.
Al término de la discusión, los participantes -entre los cuales había parlamentarios locales y federales- concluyeron en que se debe penalizar a los empleadores de indocumentados, pero no se estableció un mecanismo para ejecutar la decisión, ni tampoco se estableció si el acuerdo será incluido en la versión final de reforma migratoria pendiente en el Congreso.
Voces hispanas presentes en la discusión, así como otros que no fueron invitadas o no pudieron entrar al foro, rechazaron la medida y la tildaron de "propaganda" republicana para acercarse en mesas redondas a los electores hispanos, pero también como una estrategia para dilatar la decisión en Washington para que el Congreso apruebe una reforma migratoria amplia y humana.
"Está claro que el partido republicano está más interesado en aupar las pasiones xenófobas", indicó en un comunicado la Organización Hermandad Mexicana y la Coalición 25 de Marzo, ambas muy influyentes en California, donde más de la tercera parte de la población de 36 millones de habitantes es de origen hispano.
La Hermandad Mexicana y la Coalición 25 de Marzo encabezaron la convocatoria de la megamarcha de los Angeles, manifestación que reunió unas 500 mil personas que exigieron al Congreso federal una reforma que incluya un camino hacia la legalización para los 12 millones de indocumentados que viven en Estados Unidos. Reportes de prensa mencionan que no se conoció el número se participantes en la tarde del miércoles, pero que algunos congresistas republicanos, tal el caso de J.D. Hayworth (Arizona), pidió a los "compañeros demócratas que den su apoyo cuando se apruebe una propuesta que castigue a los empleadores de ilegales".
En las afueras del recinto líderes religiosos y activistas por los derechos humanos protestaron y llevaron sus propias consultas con transeúntes de esta ciudad fronteriza, enfatizaron en la necesidad de que el Congreso apruebe una reforma justa e instalaron cruces de madera en plena frontera entre los dos países para recordar, dijeron, a los muertos en el intento por cruzar el desierto en busca del sueño americano.
El objetivo de los republicanos con estas discusiones públicas incluye llevar el tema migratorio a sus distritos electorales durante los meses de julio y agosto, como parte de una estrategia electoral con miras a los comicios del próximo mes de noviembre.