¿Remolinos en tu nariz?
Feos o deliciosos, así son los olores del mundo
En el sentido del olfato participan principalmente:
- Las células sensoriales que están ubicadas en las membranas olfatorias que están en la parte alta de las fosas nasales.
- El bulbo olfatorio.
- Un par de nervios olfatorios que transmiten los estímulos (olores) al cerebro.
- Las células que están en el cerebro y que interpretan, registran y memorizan esos estímulos. Pero, ¿cómo llegan los olores al cerebro?
Casi todo el aire que aspiramos pasa por la nariz y se dirige directamente a los pulmones, solo una pequeña cantidad llega a las dos mucosas olfativas que se localizan en la parte superior de las fosas nasales, junto debajo del cerebro. El aire contiene partículas, gases y elementos olorosos que al respirar profundamente o intentar oler algo llegan a las mucosas olfativas, las partículas sólidas como el polen o el polvo, primero son disueltas por los mocos. Las mucosas olfativas tienen millones de células sensoriales que terminan el diminutos pelitos. Estos cilios transmiten un impulso nervioso al bulbo olfatorio en donde se procesa la información recibida. De ahí las señales pasan al cerebro (en el rinencéfalo) en donde los olores son reconocidos, registrados y memorizados.
Del rinencéfalo pasan a otra parte del cerebro, en donde se controlan los sentimientos y emociones, por eso los olores se relacionan con ellos. Por ejemplo, un perfume nos recuerda a alguien, un olor de algo descompuesto nos produce asco. Cuándo el cerebro ya ha registrado la información manda una señal de agrado, de fuchi, de rechazo o de placer.
¿Remolinos en la nariz?
Para identificar mejor un olor, aspiramos más fuerte, esto forma remolinos que suben hasta el techo de las fosas nasales en donde se encuentran los receptores del olfato.
El sentido del olfato se desarrolla más en unas personas que en otras, esto depende de cómo lo ejercitemos, hay personas cuya profesión les exige desarrollarlo más, por ejemplo un chef de cocina o una persona que elabora perfumes.
Sin embargo se sabe que cada persona puede distinguir más o menos 4,000 combinaciones de aromas diferentes y que el sentido del olfato y el del gusto están íntimamente relacionados.
Pero ¿de dónde vienen los olores?
Un aroma u olor sale de alguna cosa cuando una determinada sustancia emite moléculas (partículas) al aire que la rodea. Cuando éstas partículas son numerosas, se mezclan con el aire y producen un olor.
Hay tantos olores, que no ha sido fácil para los expertos hacer una clasificación, pero en una de ellas, los olores se han clasificado en siete grupos, floral, mentolado, almizclado, alcanforado, picante, etéreo y pútrido.