Cómo sacar partido a la soledad
La vida en pareja, cuando esta funciona, puede ser fantástica y puede proporcionar una maravillosa sensación de ganas de vivir, plenitud y alegría. Pero a veces se alterna con etapas de soltería y soledad que también tienen su gustito.
Sólo hay que aprender a aprovechar y afrontar estas etapas de manera positiva.
Los lapsos de soltería son ideales para “mimarse”, darse los gustos, hacer lo que a uno le apetece, simplemente porque se lo merece, señala la periodista venezolana radicada en España, Pilar Socorro en su libro “Mejor solas, que mal acompañadas”.
Según Socorro, “para la mujer, la soledad no sólo no es algo negativo, sino que puede convertirse en un auténtico placer”. Y la escritora ofrece unas cuantas ideas de muestra: “desperezarte por la mañana con toda la cama para ti solita... Caminar por el pasillo con la mascarilla sin que te pregunten qué es eso que llevas en la cara... No tener a alguien que se ría de esa sopa tan horrible que tomas para perder peso...”.
Otras posibilidades:
“Poder llorar delante de la tele con esa película romántica tan bonita... Tener todo el armario para una y poder estar durante horas en el cuarto de baño sin que nadie te importune... Si te encuentras con una amiga, te vas de compras sin problemas y sin tener que llamar para decir dónde estás...”.
Para la antropóloga Julia Sequi Navarro, autora de “Singles: Sácale partido a la vida en singular”, hay que desdramatizar la soltería y disfrutarla.
He aquí algunos consejos de esta autora y otros
expertos, para los solteros del siglo XXI:
Evita auto-compadecerte.
Y nunca permitas que otros “te tengan pena”, o te hagan sentir que eres menos que alguien emparejado.
Dile adiós a la desesperación. No te desesperes por volver a emparejarte, ya que “puedes confundir príncipes o princesas con sapos y ranas”.
¡Quiérete! Aprende a quererte más y date un homenaje siempre que puedas.
Enfréntalos. Haz frente a la presión social y defiende la idea que lo principal en la vida no es formar una pareja.
Alégrate. Encuentra la alegría en ti mismo, en la gente que te rodea y el las situaciones que te regala la vida.
No salgas con cualquiera. Recuerda que ahora estás sólo porque eres selectivo y no te vale cualquier persona para formar una pareja.
Conoce, conoce, conoce. Amplia tu círculo social y reúnete con “buena gente” de todo tipo, en lugar de limitarte sólo a tus iguales: los solteros.
Mueve el cuerpo. Anótate en clases de danza, yoga, taichi, pilates o cualquier otra actividad que te produzca placer.