La Voz Presenta: ORGULLO HISPANO

Sin un camino y mucho menos un destino

"Vine a este país sin conocer a nadie, sin tener definido un camino y mucho menos un destino…"


PASCO,WA - "Somos felices porque las metas que nos trazamos se han cumplido y, aunque costó mucho sufrimiento para lograr cuanto ahora tenemos, nos consideramos una familia bendecida, porque tenemos el medio para vivir, porque estamos donde estamos y en el correr del tiempo hemos logrado hacer provecho de las oportunidades y cualidades que este país tiene. Nos gustaría invitar a nuestros hermanos latinos sin importar del país que vengan, para que se propongan metas y traten de cumplirlas al final del tiempo verán que éste no se ha perdido; porque con regocijo y entusiasmo se logra todo lo que uno se propone".

La decisión de iniciar este reportaje de NUESTRO ORGULLO HISPANO con las palabras textuales de nuestro entrevistado de hoy, obedece a la motivación misma que sentí al escuchar la sencillez, la humildad, el amor y cuanta otra virtud pueda tener este hombre que ha dejado relegada toda aspiración personal y sabiamente ha trabajado junto a su esposa por largos muchos años para darle a sus hijos la oportunidad de ser profesionales al servicio de la comunidad.

La historia de este hombre, es igual a cualquier otra historia, es la de un hombre latino que deja su país, su esposa, sus hijos, su familia, sus amistades… ¡Que lo deja todo!, la razón de estar en este país también común, obedece a la búsqueda de mejores condiciones de vida y oportunidad de progresar. Nos relata, que llegó a este país en el año de 1977 y que su primer destino fue Los Angeles, California, en donde trabajó por corto tiempo mientras reunía el dinero suficiente para continuar su viaje a este estado.

Una bendición muy grande en su vida; agrega, es el "no tener ningún tipo de vicio y por ende, ningún problema con las leyes de esta nación. "Vine a este país sin conocer a nadie, sin tener definido un camino y mucho menos un destino; pero creo y sé que mi Padre Celestial, me ha guardado junto a mi familia por siempre y, estoy agradecido por ello. Fue en este país en donde conocí el Evangelio Restaurado de Jesucristo, bendición que ha resuelto toda aflicción personal y de familia".

Sus amistades lo llaman hermano Castañeda o simplemente Elías, pero es un hombre de estatura promedio, piel ajada por el paso del tiempo, vista cansada al igual que su andar y, aunque él quisiera esconder su apariencia de trabajador; sus desgastados zapatos y manchas de sudor en su ropa, así como lo carrasposo de su manos (callosidad), evidencian que por más de cuarenta años el viejo Castañeda ha estado labrando la tierra, ha regado semilla por doquier, ha plantado y ha recogido de los frutos.

Entonces ¿Por qué consideramos a Elías Castañeda como NUESTRO ORGULLO HISPANO? Bueno, resulta que el señor Castañeda inicia sus labores de campo en el rancho Grover's Fruit y, en cuanto le fue posible trae a su esposa e hijos a este país, de inmediato, busca una escuela en donde ellos puedan continuar sus estudios y posteriormente ingresan a una universidad; como queriendo ganarle el paso al tiempo, la batalla no termina sino hasta ver a cada uno graduarse en Ciencias de la Educación, alguno con maestría en esta rama. La lucha terminará, dice Elías, cuando vea a mis últimos hijos Ricky de 23 años, que actualmente, estudia en la Universidad de Provo, Utah y, Jennifer de 19 años, en Columbia Basin Collage, haber concluido de manera satisfactoria sus estudios.

Al continuar relatando de manera sencilla la historia de su vida, Elías Castañeda, nos dice: "Recuerdo lo difícil que fue para Minerva (su hija mayor), iniciar la universidad y ser el ejemplo para el resto de sus hermanos; pero, también viene a mi mente los días aquellos, cuando mis hijos luego de venir de la escuela; se trasladan al campo a poner centenares de trampas para cazar topos; "cada animalito se los pagaban a 25 centavos", o cambiaban líneas de riego por el costo de 15 centavos. Este que no era un dinero extra, sirvió en parte para costear los estudios a cada cual, pues éramos una familia numerosa y las posibilidades económicas eran limitadas".

Siempre buscamos ayuda

Por otra parte, agrega, aunque no sabíamos el idioma inglés para poder ayudar a nuestros hijos a realizar las tareas escolares; siempre buscamos la ayuda de maestros, de trabajadoras sociales y de cuanta persona nos pudiera auxiliar a fin de mantener el interés de nuestros hijos hacia el estudio. "Algunas veces uno se siente humillado, burlado o menospreciado; pero créanme que ningún "ado" es valedero, si en nuestra vida trazamos objetivos y metas. Hoy miro hacia atrás en el tiempo y cuando veo a mis 4 hijos y 5 hijas como una familia, con educación profesional y religiosa bien establecida y; sobre todo, ayudando a otros a superarse como personas, me doy cuenta, que algo he hecho en esta vida y ese algo se llama ¡SERVICIO!

Francisco Alvarez

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