Lo que se necesita para arreglar nuestro sistema inmigratorio
Evidentemente más de lo mismo no dará resultados.
Se estima que en este momento hay unos 11 millones de personas indocumentadas viviendo y trabajando en los Estados Unidos. Contrabandistas, traficantes y delincuentes que se aprovechan de los inmigrantes indocumentados tienen cada vez mayor incidencia negativa sobre las comunidades de la frontera. Cerca de 2,000 inmigrantes han muerto tratando de cruzar nuestra frontera sur entre 1998 y 2003. Unos 400 inmigrantes siguen muriendo cada año en nuestras fronteras.
Los Estados Unidos necesitan una reforma inmigratoria integral para que la inmigración sea segura, ordenada y legal. Una reforma tal debe contener los puntos que siguen:
* La posibilidad de que la gente que ya vive y trabaja aquí obtenga estado legal permanente;
* Un nuevo programa para trabajadores temporales con protección laboral adecuada, de modo que puedan ingresar legal y expeditamente a los Estados Unidos fuerzas laborales esenciales;
* Un modo de reducir los trámites pendientes para la inmigración de familiares y así lograr que las familias puedan reunirse dentro de plazos normales. Las propuestas que no incluyan estos aspectos y sólo tiendan a incrementar la aplicación del sistema actual sólo exacerbarán los problemas actuales. El Congreso podrá promulgar leyes duras, tales como el proyecto de ley Sensenbrenner que fue aprobado por la Cámara de Representantes, sin aportar nada a la seguridad de nuestro país. Medidas de este tipo sólo aumentan las presiones sobre los inmigrantes que trabajan duro pero carecen de documentos y los obligan a tomar caminos peligrosos en su ingreso a los Estados Unidos, donde la cifra de muertos al intentar el cruce no se detiene.
O acaso el Congreso podría alentar el debate y promulgar una reforma realista y de amplio espectro, que garantice que los Estados Unidos sigan siendo una nación de inmigrantes en las décadas por venir.
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