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Organizaciones civiles contra leyes de asilo y extranjeros
Escrito el 24 Aug 2006
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GINEBRA - (EFE).- Una treintena de organizaciones políticas, sindicales, y defensoras de los derechos humanos de Suiza se pronunciaron hoy en contra de los sendos proyectos de Ley de Asilo y de Extranjería que serán sometidos a referéndum el próximo 24 de septiembre.
"Se trata de una legislación arbitraria" y que, de ser aprobada, "se convertirá en una verdadera fábrica de inmigrantes sin papeles", afirmó en una rueda de prensa la ex-ministra del Interior helvética y representante del "Comité por el doble NO", la socialista Ruth Dreifuss.
Igualmente, criticó las normas propuestas porque, a su juicio, "se basan en la desconfianza hacia los extranjeros, a los que se considera como abusadores potenciales".
Las modificaciones que endurecen la actual Ley de Asilo son las que han levantado más polémica en las últimas semanas y sus detractores han alertado que -de recibir un respaldo popular mayoritario- agudizarán el problema de los solicitantes a los que se niega ese estatus y los empujará a la clandestinidad.
Entre sus disposiciones figura que las autoridades rechazarán revisar los casos de los demandantes de asilo que no presenten documentos de identidad en un plazo de 48 horas.
Además, suprime toda ayuda social a quienes se haya denegado el examen de su solicitud y prolonga hasta dos años el periodo de detención hasta que se logre la deportación.
Asimismo, la iniciativa legal establece las sanciones contra las compañías aéreas que transporten personas sin documentos válidos, al tiempo que hace posible que esa responsabilidad -existente ya en el derecho internacional- se extienda a las empresas de autocar.
En tanto, la nueva Ley de Extranjería consagra el principio de prioridad para los ciudadanos procedentes de los países de la Unión Europea, así como de Noruega, Islandia y Liechtenstein, y limita la admisión de inmigrantes de otras naciones a los trabajadores calificados. Para las organizaciones opositoras -como los partidos Socialista, Verde y Evangélico, la Asociación Solidaridad sin Fronteras, el Foro por la Integración de los Inmigrantes y la principal asociación de sindicatos, Unia, entre otros- "esas leyes no corresponden a una política migratoria coherente y humana", denunció Dreifuss.
Para el secretario del Sindicato Interprofesional de Trabajadores, Ismail Turker, la aprobación de la nueva ley sobre extranjeros "hará imposible la regularización de 80.000 sin papeles que viven en Suiza y trabajan en los sectores de la hostelería, restauración, agricultura y construcción".
El Gobierno federal y los partidos de derechas son favorables a la revisión de esas leyes, que incluyen buena parte de las propuestas del partido de derecha radical Unión Democrática de Centro (UDC), liderado por el ministro de Justicia y Policía, Christoph Blocher.
"Se trata de una legislación arbitraria" y que, de ser aprobada, "se convertirá en una verdadera fábrica de inmigrantes sin papeles", afirmó en una rueda de prensa la ex-ministra del Interior helvética y representante del "Comité por el doble NO", la socialista Ruth Dreifuss.
Igualmente, criticó las normas propuestas porque, a su juicio, "se basan en la desconfianza hacia los extranjeros, a los que se considera como abusadores potenciales".
Las modificaciones que endurecen la actual Ley de Asilo son las que han levantado más polémica en las últimas semanas y sus detractores han alertado que -de recibir un respaldo popular mayoritario- agudizarán el problema de los solicitantes a los que se niega ese estatus y los empujará a la clandestinidad.
Entre sus disposiciones figura que las autoridades rechazarán revisar los casos de los demandantes de asilo que no presenten documentos de identidad en un plazo de 48 horas.
Además, suprime toda ayuda social a quienes se haya denegado el examen de su solicitud y prolonga hasta dos años el periodo de detención hasta que se logre la deportación.
Asimismo, la iniciativa legal establece las sanciones contra las compañías aéreas que transporten personas sin documentos válidos, al tiempo que hace posible que esa responsabilidad -existente ya en el derecho internacional- se extienda a las empresas de autocar.
En tanto, la nueva Ley de Extranjería consagra el principio de prioridad para los ciudadanos procedentes de los países de la Unión Europea, así como de Noruega, Islandia y Liechtenstein, y limita la admisión de inmigrantes de otras naciones a los trabajadores calificados. Para las organizaciones opositoras -como los partidos Socialista, Verde y Evangélico, la Asociación Solidaridad sin Fronteras, el Foro por la Integración de los Inmigrantes y la principal asociación de sindicatos, Unia, entre otros- "esas leyes no corresponden a una política migratoria coherente y humana", denunció Dreifuss.
Para el secretario del Sindicato Interprofesional de Trabajadores, Ismail Turker, la aprobación de la nueva ley sobre extranjeros "hará imposible la regularización de 80.000 sin papeles que viven en Suiza y trabajan en los sectores de la hostelería, restauración, agricultura y construcción".
El Gobierno federal y los partidos de derechas son favorables a la revisión de esas leyes, que incluyen buena parte de las propuestas del partido de derecha radical Unión Democrática de Centro (UDC), liderado por el ministro de Justicia y Policía, Christoph Blocher.