¿Por qué los inmigrantes hispanos viven más?
"Los ricos viven más que los pobres, los blancos viven más que los negros en EEUU", dijo el economista de salud James Smith, de la Corporación RAND al diario "The New York Times", que publicó un extenso artículo sobre longevidad.
"La longevidad, en general, no está distribuida de forma equitativa entre la población", añadió Smith. "Pero ¿qué es causa y qué es efecto?".
De acuerdo con el Banco Mundial, la expectativa promedio de vida en Estados Unidos es de 77 años, con una expectativa de vida de 75,2 años para los hombres y de 80,6 años para las mujeres.
Pero un dato que sigue siendo causa de debate entre los expertos es la aparente longevidad de los inmigrantes procedentes de América Latina, aunque en general tengan ingresos y educación menor, y menos acceso a los servicios médicos que el resto de la población.
Un estudio reciente de la demógrafa Irma Elo, de la Universidad de Pennsylvania, mostró que una mujer blanca de 65 años de edad en EEUU tiene en promedio una expectativa de vida de otros 18,9 años.
Pero una mujer que haya emigrado de América Latina a EEUU y tenga ahora 65 años de edad, puede esperar vivir un promedio de otros 19,8 años.
Estas diferencias son tan pronunciadas que, según las proyecciones de la Oficina del Censo, variarán mucho las proporciones de población mayor de 65 años en el próximo medio siglo. En 2000, según estas cifras, los blancos sumaban el 83,5 por ciento de las población mayor de 65 años, pero hacia 2050 serán sólo el 64,2 por ciento. En el mismo período los hispanos pasarán de ser el 5,6 a el 16,4 por ciento de la población mayor de 65 años.
"Todos siguen tratando de entender qué es lo que ocurre en este asunto", dijo al diario Kyriakos Markides, director de Ciencias Sociomédicas en la Universidad de Galveston (Texas). Alberto Palloni, de la Universidad de Wisconsin y Elizabeth Arias, del Centro Nacional de Estadísticas de la Salud, han ofrecido una posible explicación, aunque sólo sea parcial. La diferencia en longevidad, en las estadísticas, resulta según estos expertos del hecho de que muchos inmigrantes, especialmente los mexicanos, en su edad avanzada y cuando se enferman retornan a México y mueren allá. Los más saludables se quedan en EEUU.
Esto no explica por qué se registra la misma expectativa más prolongada de vida entre inmigrantes guatemaltecos, salvadoreños, o provenientes de América del Sur.
Un análisis efectuado por el Instituto Nacional de Salud (NIH), que revisó millones de registros de salud y muertes entre 1986 y 1994, encontró que, en general, los inmigrantes sean de América Latina o de otras partes, tienen una expectativa de vida más alta que la población nacida en EEUU.
"Existe esa idea equivocada de que los inmigrantes tienen una salud peor, pero cuando uno mira los datos encuentra que casi siempre están mejor que sus pares estadounidenses", indicó Gopal Sing, un estadístico de NIH.
Las estadísticas muestran que los inmigrantes fuman y beben alcohol menos que la población nativa de EEUU. En general, la obesidad no es un problema tan grave entre los inmigrantes como entre los estadounidenses y por sus ocupaciones laborales los inmigrantes hacen más ejercicio físico.
Lisa Berkman, profesora de la Escuela de Salud Pública de Harvard, dijo a "The New York Times" que un factor importante en la longevidad de los inmigrantes es que cuentan "con redes sociales cohesivas", por vía de familia y amistades.
Irma Lara, de 75 años de edad, una mexicana que vino a EEUU hace medio siglo y ha tenido una vida difícil en términos económicos, dio al diario una respuesta más breve para su condición: "Soy feliz".