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Violencia en México Cruza la Frontera
Escrito el 22 Sep 2011
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LOS ANGELES - Los asesinatos, secuestros y otros delitos que marcan la violencia extrema de los carteles mexicanos de la droga se han extendido por las ciudades fronterizas de California y otros estados; unas veces con el estruendo de las armas de fuego, otras en silencio, dejando los hechos fuera de las cifras oficiales. Le llaman los "efectos secundarios" de una guerra sin cuartel que en México ha cobrado miles de vidas.
Una fuerte alianza con pandillas locales, encargadas de la mayor parte de la distribución de drogas en Estados Unidos, ha permitido a las mafias mexicanas quitar del camino a sus rivales, saldar cuentas pendientes, intimidar o robar mercancía, a la par de lo que ocurre a gran escala en territorio mexicano, según reportes de inteligencia.
Lo que mantiene en alerta a las autoridades es que debido a que estos delitos se cometen contra personas vinculadas con el narcotráfico no se reportan a las corporaciones policiacas, lo que impide tomar cartas en el asunto. En el caso de los secuestros, los rescates se negocian sin la colaboración de las fuerzas del orden, como ocurre al sur de la frontera."No reportan los delitos por miedo a que su criminalidad sea expuesta", dijo David Mayers, encargado de la división de investigaciones especiales para narcóticos, pandillas y cruces ilegales del Departamento del Sheriff del condado de San Diego. "Es un efecto secundario de los crímenes que se extienden dentro de Estados Unidos como resultado de la influencia de los carteles de la droga" que operan en México, comentó a La Opinión.
Para los agentes del Sheriff en San Diego, la manera más común de enterarse que un incidente violento tiene conexión con el tráfico de drogas son los avisos que hacen los centros médicos."Nosotros frecuentemente atendemos el problema solo después de que alguien ha sido herido, llega al hospital y autoridades del hospital nos llaman; vamos para obtener información de qué es lo que realmente ocurrió", explicó Mayers.
Ahí, el ejemplo más claro del alcance de las organizaciones criminales mexicanas es la pandilla conocida como "Los Palillos", brazo del cartel de los Arellano Félix, que controla el tráfico de enervantes en Tijuana. La banda fue responsable de nueve homicidios y 13 secuestros en San Diego. Actualmente, varios de sus integrantes están en prisión; su líder fue condenado a cadena perpetua.
Una fuerte alianza con pandillas locales, encargadas de la mayor parte de la distribución de drogas en Estados Unidos, ha permitido a las mafias mexicanas quitar del camino a sus rivales, saldar cuentas pendientes, intimidar o robar mercancía, a la par de lo que ocurre a gran escala en territorio mexicano, según reportes de inteligencia.
Lo que mantiene en alerta a las autoridades es que debido a que estos delitos se cometen contra personas vinculadas con el narcotráfico no se reportan a las corporaciones policiacas, lo que impide tomar cartas en el asunto. En el caso de los secuestros, los rescates se negocian sin la colaboración de las fuerzas del orden, como ocurre al sur de la frontera."No reportan los delitos por miedo a que su criminalidad sea expuesta", dijo David Mayers, encargado de la división de investigaciones especiales para narcóticos, pandillas y cruces ilegales del Departamento del Sheriff del condado de San Diego. "Es un efecto secundario de los crímenes que se extienden dentro de Estados Unidos como resultado de la influencia de los carteles de la droga" que operan en México, comentó a La Opinión.
Para los agentes del Sheriff en San Diego, la manera más común de enterarse que un incidente violento tiene conexión con el tráfico de drogas son los avisos que hacen los centros médicos."Nosotros frecuentemente atendemos el problema solo después de que alguien ha sido herido, llega al hospital y autoridades del hospital nos llaman; vamos para obtener información de qué es lo que realmente ocurrió", explicó Mayers.
Ahí, el ejemplo más claro del alcance de las organizaciones criminales mexicanas es la pandilla conocida como "Los Palillos", brazo del cartel de los Arellano Félix, que controla el tráfico de enervantes en Tijuana. La banda fue responsable de nueve homicidios y 13 secuestros en San Diego. Actualmente, varios de sus integrantes están en prisión; su líder fue condenado a cadena perpetua.