España, sus Principios y el Inicio de una Nueva Era

El agónico gol de Andrés Iniesta en la final ante Holanda fue el símbolo mismo de la campaña que cumplió España para alzarse con su primer título mundial de fútbol en Sudáfrica, lugar adonde llegó inspirando respeto y temor a todos sus rivales.
El tanto que llegó a falta de cuatro minutos del término de la prórroga del partido y finalmente sirve para evitar la definición del título en tanda de penales fue solamente el octavo anotado por España en siete partidos, lo que convierte a la selección en el campeón mundial con menos goles anotados desde que la FIFA puso en marcha el sistema de disputa con fase de grupos seguida por octavos de final, en el Mundial de México 1986.
Pero la escasez de goles en realidad no reflejó precisamente una debilidad ofensiva
del equipo dirigido por icente del Bosque, que a lo largo del Mundial acumuló 124 disparos al arco rival, pero que se enfrentó en casi todos sus duelos con una muralla defensiva armada por rivales tan poderosos como Alemania, Holanda o Portugal, los que tenían muy presente el poder letal de la delantera española. El portero Iker Casillas ha dicho que la gente sabía como juega España y por eso les ha costado mucho más.
Han llegado al Mundial como favorita sin haber ganado un campeonato del mundo y lo curioso es que ante un equipo con historia como Holanda al final se ha impuesto el talento de los jugadores españoles. Todas estas frases aluden al choque decisivo contra Holanda, pero son comentarios que también pueden reflejar la batalla que libró España desde su debut en el Mundial con una derrota por 1-0 ante Suiza, en un partido en el que los nuevos campeones realizaron nada menos que 24 disparos a gol sin poder convertir.
Ese traspié inicial fue una experiencia vital para la histórica conquista lograda anoche en el estadio Soccer City de Johannesburg y aplaudida en delirio por casi 85.000 espectadores. El entrenador Vicente Del Bosque reveló que, después de la derrota ante los ultradefensivos suizos, resistió a la tentación de cambiar el estilo de su equipo.
La solución tendría que ser necesariamente más juego a lo España, y no menos, e intentar concretar la cita con la historia sin traicionar el estilo valiente que le permitió al país sufrir solamente dos derrotas desde 2008, cuando se alzó con el título de la Eurocopa.
Lo de Del Bosque es notable porque la firmeza y principios de sus posiciones trascienden lo meramente deportivo. Sostiene don Vicente que en la vida hay queser flexible, pero también hay que tener principios, que además vienen avalados por resultados de mucho tiempo.
La derrota en el debut contribuyó además a fortalecer a su equipo y prepararlo para las duras batallas que vinieron después. Su equipo tuvo que enfrentar los dos otros partidos de la clasificación con una angustia tremenda. No podían fallar ante Honduras y no podían fallar ante una durísima Chile y así sucesivamente. Ha sido una prueba de madurez.
De hecho, tras la fase de grupos las dificultades fueron en aumento y España siguió avanzando con triunfos por 1-0 sobre Portugal, Paraguay y sobre la poderosa Alemania que, pese a la goleada por 4-0 sobre Argentina en cuartos, se presentó ante la selección española en semifinales con un planteamiento totalmente defensivo.
Parece ser que la moraleja de esta historia es que cuando se traicionan los principios casi siempre se fracasa, tanto en la vida como en el deporte.

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Comentarios de temas relacionados con el fútbol en particular y el deporte en general para distintos medios de Chile y los Estados Unidos.

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