Fantasma de la Deportación Crece

HOMESTEAD, Florida - Por más de una hora Juanita de Mendoza respondió una avalancha de preguntas para demostrar que su matrimonio con un estadounidense era legítimo, pero cuando sorpresivamente se le pidió que identificara cuál de las llaves de su esposo abría la puerta de su casa, la peruana titubeó.

Y esa reacción fue suficiente para que el agente de Inmigración colocara en un proceso de deportación a la peruana que había ingresado años antes al país con una visa de trabajo, pero cuando se venció decidió quedarse indocumentada.

Su esposo, Wilfredo Mendoza, de origen puertorriqueño, relató que presentó toda la documentación requerida y tras la entrevista con las autoridades de Inmigración, por separado de Juanita, "dándole la vuelta a las mismas preguntas tal vez buscando que yo fallara", el agente le pidió colocar sus llaves sobre el escritorio sin darle ninguna razón.

Después llamó a Juanita, le preguntó cuál era la llave de la entrada principal de su casa, ella la identificó y el agente, "de manera intencional" vio a la traductora y le expresó: "¿viste?" La peruana se puso nerviosa y manifestó no estar segura.

"Lo que me tomó dos años, un agente de Inmigración pretende destruirlo en una hora porque piensa, sin ninguna prueba, de que el matrimonio es falso", dijo indignado el puertorriqueño.

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