La Política Los Estados Des-Unidos
Antihispana
¿Por qué la llamo antiinmigrante y antihispana? Es simple. Aunque este país tenga el derecho y el deber de controlar sus fronteras, la esencia de esta ley es detener y deportar a cualquier persona que esté en este país sin documentos y para lograr esa meta comenzaran a detener a cualquiera que físicamente cumpla con el estereotipo de un indocumentado. El hecho de que la ley prohíba aplicar el perfil racial es ridículo. ¿Habrá alguien que crea que los agentes encargados de hacer cumplir las leyes en Arizona van a detener realmente a un alemán rubio, de ojos azules que sospechen que se encuentra ilegalmente en el país? El humorista Stephen Colbert hizo recientemente una sátira sobre la nueva ley de Arizona. “El acoso de los latinos con el perfil racial no es un efecto secundario inevitable de la ley antiinmigrante de Arizona -es la meta principal” dijo.
“Creo que la ley también les permite detener a cualquier persona que utilice la palabra 'chipotle” Colbert agrega que ningún “inmigrante ilegal querrá ser perseguido, ni tampoco los inmigrantes legales que tienen la misma apariencia, o los ciudadanos americanos de descendencia hispana o italianos que por tener tez morena parezcan mexicanos”.
Al fin y al cabo dice, los “raviolis son tan sólo empanadas mojadas”. Muy chistoso señor Colbert. Pero dejando a un lado las bromas, hay muchos aspectos de esta ley que la hacen desatinada, sin mencionar que es inconstitucional.
Los efectos de la ley SB 1070 están caldeando los ánimos a lo largo y ancho del país. Protestas masivas en varias ciudades, amenazas de demandas legales, amenazas de boicot contra Arizona por parte de organizaciones de los derechos civiles así como gobiernos locales y estatales y convencionistas que están cancelando sus planes de viaje.
Sin duda la multimillonaria industria del turismo sentirá el golpe en Arizona. Con este tipo de reacciones, apostaría a que la ley, tal y como esta, no será implementada. Sin embargo el daño ya está hecho. Hay que ser francos, el problema real no es eliminar a los jornaleros, jardineros, niñeras o campesino. Ellos no representan una amenaza.